Escrito por: Blanca Sorigué. Directora general del CZFB.

Vivimos en un mundo en constante movimiento, muy dinámico, ágil y complejo, con desafíos globales que nos exigen repensar y reinventar la logística de formas que, hasta hace poco, eran inimaginables. Este sector, esencial para el funcionamiento de la economía global, enfrenta actualmente retos significativos, y también una maravillosa oportunidad de transformación.

Uno de los desafíos más apremiantes es la necesidad de descarbonizar y avanzar hacia la sostenibilidad. La logística, a menudo vista como un engranaje invisible pero vital en la cadena de suministro, tiene un impacto significativo en el medio ambiente. La reducción de emisiones de carbono, la adopción de tecnologías más limpias y la eficiencia energética son imperativos ineludibles en el camino hacia un futuro sostenible.

El Salón Internacional de la Logística (SIL), que impulsa el Consorcio de la Zona Franca de Barcelona (CZFB), es un evento de referencia para el sector logístico a nivel internacional, y será el escenario perfecto para abordar esta cuestión y dibujar juntos una hoja de ruta hacia un futuro más próspero. Es imprescindible avanzar con nuevas soluciones para hacer de la logística un sector más limpio y verde. El compromiso es claro: no podemos esperar más para hacer la transición. La urgencia climática lo exige.

Además, el sector logístico enfrenta la tarea de adaptarse a los nuevos modelos de ciudades, donde la «última milla» se ha convertido en un desafío fundamental. La última milla, impulsada por el auge del comercio electrónico, requiere soluciones creativas para minimizar el impacto ambiental, mejorar la eficiencia y satisfacer las crecientes demandas de los consumidores. Explorar las nuevas tecnologías como la Inteligencia Artificial, el Blockchain, el Internet of Things, entre otras, será clave para mejorar la ventaja competitiva, pero también mejorar los ratios de sostenibilidad de todos y para todos reduciendo, por ejemplo, la congestión en las ciudades y las emisiones de carbono, apostando por la electrificación, etc.

Un tercer desafío, igual de importante, es la promoción de la igualdad de género en un sector que históricamente ha estado dominado por hombres. A lo largo de los años, hemos presenciado el notable avance de mujeres valientes en la logística, marcando hitos en la historia. En la edición anterior del SIL, celebramos la «Woman Logistics», un espacio de networking y reconocimiento para las mujeres que han destacado en la industria y que han aportado notablemente en la lucha por reducir la brecha salarial, además de apostar decididamente a transformar la logística como un entorno inclusivo, diverso, igualitario y sostenible. Esta iniciativa debe continuar y expandirse, pues la diversidad es una fuente inagotable de creatividad y enriquecimiento en el mundo logístico y en el que es necesario que se sumen todos los actores clave en la sociedad: líderes de opinión, instituciones, administraciones públicas, empresas y ciudadanos.

En conclusión, estos desafíos son emocionantes porque tenemos una oportunidad de cambiar el futuro del sector. Además, estamos emocionados por celebrar la próxima edición del SIL reuniendo a líderes visionarios, innovadores y defensores de la igualdad para explorar soluciones audaces. Nuestra misión es clara: construir un futuro logístico que sea verde, sostenible, tecnológico y equitativo.

Fuente: Revista Alimentaria