El crecimiento del e-commerce demanda soluciones innovadoras que minimicen su impacto sobre las ciudades

febrero 22, 2024

Escrito por: Jorge Choque

Uno de los principales efectos del incremento del comercio electrónico es el aumento de los desechos de embalajes (paquetes de cartón y papel), que generan contenedores de papel desbordados en Alemania y otros países de Europa, pero que al menos son reciclados.

El comercio electrónico está ejerciendo un cambio notable en las ciudades, y no es para menos, pues año a año las compras por este medio crecen cada vez más. En el año 2017, el volumen de ventas, según estimaciones preliminares, fue de casi US$ 6 billones en todo el mundo, mientras que en el 2017 fue de US$ 2,3 billones.

Además, una mirada a las cifras y previsiones revela que es más probable que aumenten las compras en línea en lugar de que disminuyan.

Y es que comprar por internet se ha vuelto muy fácil: es suficiente con hacer clic para que los zapatos soñados, los cargadores de móvil, los comestibles, o los regalos para el cumpleaños de un ser querido lleguen a la puerta de casa, apunta un artículo publicado por el medio alemán DW.

El crecimiento y gran volumen de ventas por este canal trae consigo toda una dinámica logística que le está dando una cara nueva a las ciudades. Solo pensemos en Navidad, época del año en la que empleados de logística que entregan paquetes están por todas partes, y cajas vacías y llenas se amontonan en los pasillos, delante de los buzones y las puertas de las viviendas.

Pero esa solo es una arista de todo lo que desencadena.

Cambio en las ciudades

El crecimiento de las compras online está generado destacables consecuencias y desafíos para urbanistas, proveedores y empresas de gestión de residuos, que deben adaptar el entorno y las operaciones logísticas para atender el crecimiento de esta demanda y su particular flujo logístico.

Heleen Buldeo Rai, de la Universidad de Bruselas, quien investiga el impacto del comercio electrónico en la sostenibilidad y la logística de las ciudades, sostiene, en una entrevista a DW, que en el mercado del comercio electrónico están pasando muchas cosas, “en el que se prueban cosas y se aplican conceptos innovadores, por eso es tan interesante investigarlo».

Nuevas soluciones en sostenibilidad

Uno de los principales efectos del incremento del comercio electrónico es el aumento de los desechos de embalajes (paquetes de cartón y papel), que generan contenedores de papel desbordados en Alemania y otros países de Europa, pero que al menos son reciclados.

Pero, así como crecen los desechos de empaques y embalajes de los productos, también se crean soluciones innovadoras que permiten la reutilización de cajas. Por ejemplo, el principal proveedor logístico alemán, DHL Group, está desarrollando actualmente un sistema de cajas reutilizables para comercio electrónico, de momento solo para el sector B2B, es decir, entre las empresas.

Sin embargo, si la fase de prueba tiene éxito y aumenta la demanda de este tipo de soluciones, se ampliará la gama, explicó Jessica Balleer, portavoz de Sostenibilidad del Grupo DHL, en respuesta a una consulta de DW.

Al respecto, Carina Koop, experta en economía circular que investiga medidas de prevención de residuos en el Instituto Wuppertal, indica que utilizar embalajes reutilizables debería ser hoy tan natural como separar nuestra basura, según el medio alemán.

Modelos virtuales contra las devoluciones

Koop, experta en prevención de residuos, no solo ve potencial en los envases: «Las devoluciones son un problema enorme en el comercio electrónico, por lo que necesitamos soluciones sensatas, incentivos y un cambio de conciencia entre los clientes». En Alemania se devuelve uno de cada siete paquetes.

La última innovación del mercado asiático podría ayudar. La idea consiste en que modelos virtuales personalizados pueden probarse camisetas, zapatos u otros productos. Heleen Buldeo Rai cree que la principal razón de las devoluciones es que la gente suele pedir dos o tres tallas a la vez, por pura indecisión.

El problema podría resolverse con el procedimiento de click&collect, que permite recoger las compras de manera física o presencial luego de encargarlas en internet, o con el de showrooming, que posibilita que los clientes prueben los productos en una tienda física, y que luego puedan comprarlos online, de una forma más económica y menos técnica. 

Y también hay muchas empresas emergentes que están desarrollando soluciones para un reparto rápido, sin complicaciones y sin emisiones, utilizando drones y robots, o sistemas de tuberías subterráneas. Sin duda, el comercio electrónico cambiará la fisonomía de nuestras ciudades a largo plazo, en términos de movilidad, oferta de puntos de venta estacionarios, y en cuanto al uso y distribución del espacio urbano.

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