Corredor Ferroviario Bioceánico y Chancay: apuesta estratégica de Perú
octubre 3, 2025
Escrito por: Redacción Logística 360
El Tren Bioceánico y el puerto de Chancay pueden redefinir la integración regional y el rol de Perú en el comercio con Asia.

En el mapa de los grandes proyectos que buscan transformar la dinámica comercial de Sudamérica, el Corredor Ferroviario Bioceánico Central (CFBC) aparece como una de las apuestas más ambiciosas. Su desarrollo apunta a conectar el Atlántico con el Pacífico a través de Brasil y Perú, y a redefinir el papel del puerto de Chancay como plataforma estratégica para la integración regional y la relación con Asia.
Carlos Aquino Rodríguez, director del Centro de Estudios Asiáticos de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, explica por qué este proyecto puede marcar un antes y un después en la logística, el comercio exterior y la competitividad del país.
Importancia estratégica del corredor
El Tren Bioceánico es considerado un proyecto de alto impacto, tanto por su alcance internacional como por la integración interna que puede generar. La vía permitiría unir costa, sierra y selva, favoreciendo el traslado de productos y la vinculación entre poblaciones.
«Conectar la sierra y la selva con la costa es muy importante, no solo para llevar productos de esas regiones hacia la exportación, sino también para integrar a las personas», sostiene Aquino.
En el plano externo, la obra facilitaría el transporte de carga desde Brasil hacia el Pacífico, con destino a Asia y viceversa. También permitiría que otros países sudamericanos del Atlántico, sin salida al Pacífico, accedan a Asia a través de Perú.
Aquino enfatiza que no se trata de un único trazado: «Este corredor bioceánico, que no tendría que ser necesariamente uno solo, podría incluir otros trenes y carreteras. La idea es consolidar a Perú como hub logístico regional».
Beneficios para comercio e inversión
El impacto del CFBC se proyecta directamente sobre el comercio exterior. Además de generar ingresos por tránsito de carga, la red ferroviaria permitiría movilizar productos de la sierra y la selva con valor agregado.

«El corredor definitivamente aumentará el comercio de Perú con el mundo; incluso en el peor de los casos, si solo cobráramos peaje, ya sería un avance», afirma el especialista.
En materia de inversión, la construcción del tren puede convertirse en un catalizador:
- Fabricación de vagones y rieles.
- Desarrollo de estaciones.
- Impulso a la industria metalmecánica.
- Nuevos negocios a lo largo de la vía.
«Sería un detonante de la inversión peruana, increíble para todo tipo de actividad económica», puntualiza Aquino.
Definiendo el papel estratégico del Perú
El interés de Brasil y China en el proyecto es claro. Brasil ya destina un cuarto de sus exportaciones a China y se prevé que esa proporción siga aumentando. En este contexto, la definición del trazado adquiere un valor político y económico clave.
«La propuesta del trazado del tren debe hacerse en coordinación con Perú, tomando en cuenta nuestras necesidades, más que las de China y Brasil«, advierte Aquino. Según el académico, la ruta debería responder a los intereses nacionales, priorizando zonas con mayor población y recursos.
«Si logramos que el trazado corresponda a los intereses del país, podremos maximizar nuestra posición económica, comercial y logística en la región», añade.
Integración con otros proyectos de infraestructura
Para que el Tren Bioceánico alcance su máximo potencial, debe articularse con iniciativas complementarias. Aquino subraya la necesidad de mejorar la infraestructura física de transporte, tanto terrestre como ferroviaria y vial.
También recuerda el caso de la Hidrovía Amazónica, concesionada en 2019 a una empresa china pero detenida por la oposición de comunidades locales. «Aun así, hay que hacerlo, es necesario», sostiene.
«El éxito del proyecto dependerá de la capacidad de enlazar diferentes sistemas. Si el ferrocarril puede conectarse con otros ferrocarriles o carreteras, el desarrollo será mayor. Ojalá el corredor sea el detonante de toda la inversión en infraestructura que Perú necesita», enfatiza.
El puerto de Chancay como eje estratégico
El puerto de Chancay ya culminó su primera etapa y prevé nuevas fases de expansión. Su relevancia crecerá en la medida en que logre integrarse con corredores que acerquen carga desde Brasil, Bolivia y otros países de la región.
«La importancia del puerto de Chancay aumentará en la medida que se utilice más a través de los diversos corredores y carreteras que lo conecten. Será estratégico no solo a nivel internacional, sino también para todas las regiones del Perú», señala Aquino.
El especialista sugiere reforzar proyectos complementarios como la zona económica especial de Chancay y Ancón, y el parque industrial de Ancón, para potenciar su rol logístico. Sin embargo, advierte que la infraestructura vial es insuficiente:
«La carretera Panamericana debería ampliarse; también deberían construirse ferrocarriles al norte y al sur, porque la carretera actual no alcanza», afirma.
Una apuesta para el futuro
El Corredor Ferroviario Bioceánico Central no solo es un proyecto de transporte, sino una apuesta estratégica para el futuro logístico y económico del Perú. Su éxito dependerá de la integración con el puerto de Chancay, el desarrollo de infraestructura complementaria y la atracción de inversiones que consoliden al país como eje de conexión entre Sudamérica y Asia.
«Si logramos que el trazado responda a los intereses nacionales, el corredor puede convertirse en un motor de integración, comercio e inversión como nunca antes hemos tenido», concluye Carlos Aquino Rodríguez.
Lee artículo original en la edición 55 de la revista Logística 360, págs. 54-56 : https://logistica360.pe/nuestras-ediciones/
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