Dentro de los almacenes y centros de distribución se realizan diferentes actividades importantes que hacen posible que los productos lleguen a los puntos de venta o a nuestros hogares.

Una de estas actividades es el picking, operación que hace referencia a la actividad de preparación de pedidos y que consiste en la recolección de material dentro de un almacén de manera manual o automática; es decir, consiste en la actividad de recolección de ítems para la preparación de pedidos.

Esta se basa, por lo regular, en un pedido de cliente, en una orden de compra o en un requerimiento de la línea de producción.

El proceso de preparación de pedidos tiene un impacto directo en la satisfacción del cliente y la reputación de la compañía, por lo que es importante buscar ser eficiente en su ejecución, lo que significa hacerlo en el menor tiempo posible, evitar errores y mejorar la exactitud, así como optimizar costos.

Los operarios de picking se encuentran con algunos desafíos, uno es que este proceso implica altos costos de operatividad ya que conlleva desplazamientos, manipulación de unidades de almacenamiento, preparación, empaquetado.

Asimismo, el aumento de pedidos de volumen reducido, lo que implica una mayor variedad y exige un trabajo más personalizado; así como la intensidad de mano de obra, que aumenta los costos de las operaciones, afectando los márgenes.

Claves de eficiencia

Es por ello que uno de los aspectos a tener en cuenta en un almacén, para facilitar la realización del picking, es que sea fácil identificar los bienes y su localización de forma específica, permitiendo a los preparadores de pedidos recoger rápidamente los artículos que se necesitan para completar una orden.

Además de este punto básico, hay una serie de estrategias y recomendaciones para realizar un picking de manera más eficiente, logrando el beneficio de los clientes finales en la entrega de sus pedidos, así como en las ventas y la optimización de costos de las empresas. Aquí algunas claves:   

Optimiza cada recorrido. A lo largo de la jornada muchos son los recorridos que los trabajadores hacen por el almacén. Cada uno de ellos debe ser optimizado. Cada recorrido se debe hacer en el menor tiempo posible. Además, es necesario velar por su eficiencia. No se pueden realizar recorridos en balde.

Diseña el almacén según las necesidades logísticas. El primer paso para disponer de una preparación de pedidos rentable es contar con una distribución de la instalación que potencie las operativas, que esté bien zonificada y que permita a los operarios o robots moverse con agilidad. 

Equipa el almacén con sistemas de almacenaje idóneos. La elección del sistema de almacenaje debe adecuarse a las características de los productos y a las necesidades logísticas del negocio.

Digitaliza las operativas de almacén. Implementar un programa especializado como un software de gestión de almacenes (SGA) minimiza el riesgo de error en las operativas de almacenaje, incluida la preparación de pedidos. Entre las múltiples funcionalidades de un software de gestión de almacenes, destaca el diseño de rutas de picking eficientes.

Implementa un sistema de identificación por radiofrecuencia (RFID). Esta tecnología permite hacer un seguimiento de los artículos a lo largo del proceso de picking, y comprobar la entrada y salida de los mismos de forma automática. De este modo, se refuerza la visibilidad en todo el almacén y se pueden agrupar varios pedidos de forma eficaz.

Implanta métodos de picking automatizados. El despliegue de un software de gestión de almacenes puede combinarse con otros métodos de picking semiautomáticos como el pick-to-light o el voice-picking, que guían a los operarios en el proceso de preparación de pedidos. 

Automatiza el transporte de mercancías. La estrategia de preparación de pedidos goods-to-person (‘producto a hombre’) se sirve de soluciones automatizadas que acercan la mercancía a los operarios. En estos sistemas de transporte, los operarios no han de desplazarse, sino solo recoger las unidades de carga que reciben en su estación de trabajo. Los almacenes también pueden equiparse con vehículos de guiado automático (AGV) o robots móviles autónomos (AMR).

Monitoriza KPI de picking. El responsable logístico puede emplear indicadores de rendimiento (KPI) que monitoreen el desempeño de las operativas de picking como la precisión en esta tarea, el porcentaje de órdenes expedidas, la cantidad de referencias en stock o la tasa de pedidos pendientes. 

Planifica un ‘slotting’ óptimo. La estrategia de slotting ―distribución de stock en las diferentes ubicaciones del almacén― ha de revisarse de forma periódica para adaptarse a los cambios en la demanda de productos. 

Mientras más eficiente sea la realización del picking, mejores serán los resultados de optimización de costos y mano de obra; de exactitud en la entrega de pedido de los clientes; de mejores tiempos en el envío de los productos, etc.; lo que redundará en la satisfacción de los clientes y en una buena reputación de la empresa.