Pandemia y cambio de mentalidad de la cadena de suministro

enero 5, 2022

Escrito por: Oscar Hernández

Los efectos provocados por la pandemia del coronavirus fueron imprevisible e improbable, sin embargo, continúa sucediendo cada vez que hay un nuevo brote o variante. ¿Qué hemos aprendido? El sector logístico no se puede permitir más sorpresas e incertidumbre. La industria de la logística enfrentó las restricciones de la pandemia con el uso de tecnología,

Los efectos provocados por la pandemia del coronavirus fueron imprevisible e improbable, sin embargo, continúa sucediendo cada vez que hay un nuevo brote o variante. ¿Qué hemos aprendido? El sector logístico no se puede permitir más sorpresas e incertidumbre.

La industria de la logística enfrentó las restricciones de la pandemia con el uso de tecnología, pero fueron las personas detrás de los equipos operados de manera remota, los programadores, quienes realmente mantuvieron las operaciones.

Además, dependió de la capacidad de la esfera gerencial de repensar y rearmar las operaciones, redefinir estrategias y redirigir a los trabajadores, quienes por su parte dieron un paso fuera de su zona de confort para aprender nuevas tecnologías, se llevaron el trabajo a casa y también aquellos que salieron a trabajar lado a lado -pero a 2 metros de distancia- para asegurar que la carga fuera cargada, transportada y descargada una y otra vez.

Lecciones

Según el Foro Económico Mundial, la pandemia ha aumentado «ocho veces el promedio de tarifas de flete de contenedores, tiempos de tránsito globales han subido un 25% o más y hay escasez de productos en todo nivel de la cadena de valor». Pero lo que realmente hay que tener en cuenta no está en las cifras ni en los porcentajes que muestran el efecto de la pandemia, sino en la plana gerencial y los ejecutivos de las compañías que enfrentaron difíciles decisiones en medio de una época marcada por constantes cambios en las condiciones del mercado.

A modo de crítica constructiva, para destacar las lecciones aprendidas, muchos líderes corporativos admiten que los tiempos de respuesta podrían haber sido, y en el futuro deberán ser más cortos. Los planes de contingencia deberían haberse implementado en marcos de tiempo más breves y la adaptación a la situación mundial no debió haber enfrentado resistencias: «la pandemia ha sido vista como una prueba de agilidad con la cual las firmas han manejado sus cadenas de suministro, una prueba en la que algunas compañías demostraron un desempeño pobre», lee un análisis del Foro Económico Mundial.

Otro elemento clave para la acción rápida, son las comunicaciones oportunas y concisas a través de todos los sectores de la cadena de suministro. La anticuada estructura jerárquica vertical de muchas compañías logísticas demostró ser poco práctica en momentos de crisis que confirmaron la importancia de mantener a toda la organización informada en todo momento sobre las condiciones cambiantes para así poder tomar decisiones y actuar rápido enfrentando las dificultades antes de que se vuelvan problemas sin solución.

La integración también mostró ser fundamental a la hora de enfrentar la disrupción. Cuando las diferentes áreas y actores están integrados y comunicados trabajan en armonía, ahorrando recursos valiosos como tiempo y colaboradores. La integración también entrega visibilidad, lo cual construye confianza, el activo intangible más importante que una organización puede cultivar.

Cambios permanentes

Especialmente gracias a las aplicaciones tecnológicas y la digitalización, trabajar desde casa ya estaba ganando popularidad antes de la pandemia y ahora incluso forma parte de puestos de trabajo permanentes como cargos remotos.

La automatización, realidad aumentada y otras funciones remotas que borran los límites físicos permiten que equipos interdisciplinarios puedan trabajar juntos a través de diferentes latitudes y zonas horarias. Esto también aumenta el uso de tecnología para y por el bien del negocio, ahorrando tiempo y otros recursos valiosos.

Otra ganancia de la pandemia fue darse cuenta de la importancia de la salud -física y mental- de los trabajadores, al punto de instalar la necesidad de contar con profesionales médicos en la estructura corporativa en puestos como Chief Medical Officer (CMO).

Finalmente, otra de las lecciones que nos deja la pandemia es: “minimizar el riesgo”. Pero, ¿cómo? Estando preparados pensando ‘fuera de la caja’. Si la pandemia nos ha enseñado algo es que esperar lo inesperado es la única manera de ser realmente flexibles y resilientes.

Solo cuando las compañías y los ejecutivos de nivel gerencial incorporen esta mentalidad es cuando la cadena de suministro logrará superar las dificultades que ella misma se ha creado.

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