La escasez mundial de conductores de camiones se duplicará dentro de cinco años

noviembre 21, 2023

Escrito por: Redacción Logística 360

Los problemas estructurales que subyacen a la escasez de conductores de camiones siguen afectando a los servicios de transporte” y urge a actuar ya, dado que “el índice de nuevas incorporaciones es significativamente inferior al de conductores que se jubilan cada año.

La falta de conductores de camiones se duplicará en 2028 después de haber vuelto a aumentar en 2023 en todo el mundo. Es una de las conclusiones que se extrae del informe sobre esta cuestión presentado por la Organización Internacional del Transporte por Carretera (IRU, por sus siglas en inglés), en el que han participado más de 4.700 empresas de más de 30 países de América, Asia y Europa, entre los que se encuentra España. Si bien el análisis no facilita datos desglosados por cada país, sí apunta a que la ausencia de profesionales en este campo deja actualmente más de tres millones de puestos sin cubrir en todos los países objeto del estudio, lo que supone el 7% del total de empleos de conductor de transporte de mercancías. Según IRU, las previsiones apuntan a que se alcancen hasta los siete millones de puestos sin cubrir dentro de cinco años en los países analizados.

En esta cantidad, el informe ‘Driver Shortage Report 2023’ incluye los 4,9 millones de puestos vacantes en China (el 20% del total), los 745.000 de Europa (17%) y los 200.000 de Turquía (28%). Ante este panorama, el secretario general de IRU, Umberto de Pretto, ha firmado que “los problemas estructurales que subyacen a la escasez de conductores de camiones siguen afectando a los servicios de transporte” y urge a actuar ya, dado que “el índice de nuevas incorporaciones es significativamente inferior al de conductores que se jubilan cada año”. Las consecuencias de esta situación, afirma De Pretto, “ya están perjudicando a las cadenas de suministro y a las economías que dependen de nuestra industria”. De hecho, el informe apunta a que, a corto plazo, los servicios de transporte por carretera aumentarán de precio, las disrupciones en la cadena de suministro también se acrecentarán, el crecimiento del PIB se frenará y la mano de obra cualificada disminuirá para dar paso, a más largo plazo, a una aceleración de automatización del trabajo, que acelerará aún más si cabe la escasez de conductores.

“No podemos permitir que la escasez de conductores empeore”, reitera Umberto de Pretto. “Los operadores están poniendo de su parte, pero los gobiernos y las autoridades deben redoblar sus esfuerzos para mejorar las condiciones de trabajo y el acceso a la profesión”. No en vano, al menos el 55% y el 75% de media de los operadores de transporte por carretera han afirmado en el estudio que sufren dificultades graves o muy graves para contratar conductores cualificados. En Europa, esa cifra ha sido del 62%. El informe denuncia que “muchos operadores no pueden ampliar su negocio y están perdiendo clientes e ingresos”. La coyuntura económica actual también contribuye a esta situación, puesto que los costes a los que se enfrentan las empresas (combustibles, salarios, costes de los vehículos y peajes, entre otros) han aumentado. Igualmente, las inversiones necesarias para hacer frente a los objetivos medioambientales son mucho más caras.

IRU señala igualmente al American Transportation Research Institute (ATRI), que ha estimado que el coste marginal de los salarios de los conductores creció el 15,5% en 2022, “el ritmo más rápido observado hasta la fecha”, según dicha entidad. En Europa, los precios del gasóleo bajaron a principios de 2023 desde su máximo del 30% de 2022, pero seguían siendo más altos que antes de la guerra en Ucrania. En febrero, un año después del inicio de la contienda, eran el 8% más altos que el año anterior. “En conjunto, los salarios de los conductores y los costes de combustible representan más de dos tercios de los costes de los operadores”, concluye el estudio de IRU.

Por otro lado, pese a que la escasez de conductores ha registrado un nuevo pico en todo el mundo, Europa y Estados Unidos fueron una excepción, debido a que la presión sobre la demanda de transportistas ha disminuido de forma temporal, sobre todo a causa de la inflación y el descenso del consumo. “Los elevados precios de consumo, una política monetaria más restrictiva que limita el consumo y la inversión y el retraso de los salarios han reducido el poder adquisitivo de los consumidores, disminuyendo la demanda de transporte de mercancías”, razona el informe. Aun así, los problemas estructurales se mantienen en todo el planeta y continúan siendo los mismos, a la luz de las conclusiones que arroja el estudio de IRU. La enorme brecha entre conductores jóvenes y veteranos ha ido en aumento de nuevo “y emperoará mucho más en los próximos cinco años si no se toman medidas significativas”, ha señalado Umberto de Pretto.

Menos del 12% de los conductores tienen menos de 25 años, un porcentaje que desciende hasta al 5% en Europa. Los dos únicos países encuestados con un porcentaje mayor de conductores menores de 25 años son China (17%) y Uzbekistán (25%). El envejecimiento de la población, especialmente en Europa y Estados Unidos, donde menos del 13% de los trabajadores tienen menos de 25 años explica en parte la escasez de conductores, según IRU. Ello sugeriría que la reserva disponible de trabajadores de cada país “podría no ser suficiente para cubrir el déficit” de transportistas de mercancías. Por ello, insiste la organización, “debería facilitarse el acceso de conductores cualificados de terceros países a la profesión, permitiendo que los países con un excedente de conductores profesionales ayuden a cubrir las carencias cuando sea necesario”

Otro punto candente es la brecha de lo que la organización internacional denomina “la escuela al volante”, en referencia a la edad mínima para conducir vehículos de transporte de mercancías por carretera, que actualmente oscila entre los 21 y los 26 años. “Los elevados costes de formación, carnet y seguro también encarecen el acceso a la profesión de conductor de camión. En Francia, por ejemplo, el coste medio para obtener una licencia y un Certificado de Aptitud Profesional (CAP) es de 5.250 euros, más del triple del salario mínimo mensual”, corrobora el estudio. Por ello, reclama IRU, “los gobiernos deben facilitar el acceso a la profesión rebajando la edad mínima para conducir y subvencionando los costes de cualificación”.

Fuente: El Mercantil

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