Impacto del transporte ferroviario en el comercio y la logística en Perú

octubre 2, 2024

Escrito por: Redacción Logística 360

Los ferrocarriles han estado rezagados por mucho tiempo en el desarrollo de infraestructura de transporte del país. Hay ciertos factores que han frenado su desarrollo. Jorge Castillo Sánchez, Catedrático en la Universidad ESAN y Experto en Supply Chain, señala que promocionar este modo de transporte debe ser prioridad, por las ventajas que representa tanto para nuestra economía como por el cuidado del medio ambiente.

El transporte ferroviario es un sistema que tiene la capacidad de aumentar la eficiencia logística, la sostenibilidad y la seguridad en el flujo de carga del comercio local e internacional del Perú. Este modo de transporte presenta grandes ventajas como la gran capacidad de carga por eje, la menor tasa de accidentabilidad, el ahorro de combustible, la menor cantidad de emisiones contaminantes y la descongestión de las carreteras.

Sin embargo, la infraestructura ferroviaria en el país no ha tenido un desarrollado significativo durante mucho tiempo. Desde el 2014, según cifras del Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC), nuestro stock de kilómetros (km) de vías férreas ha permanecido constante y no se han visto grandes expansiones o modernizaciones de nuestro sistema ferroviario desde que las principales líneas del país, el Ferrocarril Central y el Ferrocarril Trasandino, fueron concesionadas en 1999.

«La inversión en infraestructura de transporte en Perú se ha enfocado en carreteras, dejando de lado el desarrollo del ferrocarril. Esto ha llevado a un aumento de los costos logísticos y una menor eficiencia en el transporte de carga», indica un informe de la Sociedad de Comercio Exterior del Perú (Comex Perú).

Con esta falta de dinamismo, no sorprende que, en el Reporte de Competitividad Global 2019 del Foro Económico Mundial, nuestro peor puntaje entre los indicadores de infraestructura de transporte sea el que corresponde a los ferrocarriles.

Si retrocedemos varios años, encontramos que el auge del desarrollo de ferrocarriles empezó en la segunda mitad del siglo XIX y la primera del XX. Entre los años 1850 y 1964, por ejemplo, se construyeron en el Perú 42 líneas férreas que alcanzaron un total de 4,257 km.

Sin embargo, los ferrocarriles en su mayor parte no llegaron a ser concluidos en los plazos estipulados y suscitaron complejos problemas alrededor de su financiación, de su administración o de su terminación, incluso, la mayor parte de ellos ya no opera.

En este contexto, Jorge Castillo Sánchez, Catedrático en la Universidad ESAN y Experto en Supply Chain, advierte que la infraestructura ferroviaria en Perú, se encuentra en una situación de estancamiento desde el año 2010. «Los kilómetros de vías férreas aumentaron apenas un 2% en catorce años, y el desarrollo de la infraestructura se ha detenido», precisa.

Jorge Castillo Sánchez, Catedrático en la Universidad ESAN y Experto en Supply Chain.

Hoy, en el Perú existen 1952.9 kilómetros de longitud total de líneas férreas, según un mapa del MTC del 2022. Este inventario corresponde a los siguientes ferrocarriles:

Líneas férreas públicas:

  • Ferrocarril del Centro.
  • Ferrocarril Huancayo – Huancavelica
  • Ferrocarril Tacna – Arica
  • Ferrocarril del Sur y Sur Oriente
  • Sistema Eléctrico de Transporte Masivo de Lima y Callao

Líneas férreas privadas:

  • Ferrocarril Caripa – Condorcocha
  • Ferrocarril Southern Copper Corp
  • Ferrocarril Santa Clara – Cajamarquilla

De estos, el principal sistema ferroviario de carga en el Perú es el Ferrocarril Central Andino, que conecta la costa con la sierra y la selva del país. Este ferrocarril es vital para el transporte de minerales, productos agrícolas y otros bienes a lo largo de una extensa red de vías, apunta Castillo Sánchez.

De acuerdo con Comex, la nula expansión de capital en este sector se explica, en parte, por las limitaciones físicas de nuestro territorio, que por supuesto implican altísimos costos (no solo en las etapas iniciales, sino también en las operaciones del día a día, por ejemplo, debido a fenómenos naturales como los huaicos).

Pero, a su vez, hay limitaciones logísticas y burocráticas, en especial en las etapas iniciales de los proyectos, que generan retrasos en el diseño y la formulación, o dificultades para la liberación de terrenos. Una muestra de ello es que, del presupuesto ejecutado por el MTC en ferrocarriles en 2019, el 80.3% correspondió a estudios de preinversión (S/ 21,731,040).

Impacto de más ferrocarriles

El Gobierno ha anunciado la promoción de varios proyectos ferroviarios, que incluye la creación de cinco nuevas líneas férreas: Lima – Ica, Andahuaylas – Marcona, Lima-Barranca, Barranca-Trujillo (actualmente en fase de estudios) y Chota-Eten (en el proceso de elaboración de los términos de referencia).

Asimismo, se están llevando a cabo obras de mejoramiento y rehabilitación de las vías del ferrocarril Huancayo-Huancavelica.

La implementación de nuevos ferrocarriles en el Perú daría lugar a una serie de diversos beneficios.

Este es un modo de transporte más eficiente y con mayor cobertura geográfica, lo que mejoraría la capacidad logística del país. Tiene mayor capacidad y un menor tiempo de viaje en largas distancias en comparación con el transporte por carretera, lo que permite reducir costos logísticos, como el flete y el almacenamiento, además de mejorar los tiempos de entrega.

«En algunos casos, el transporte por ferrocarril puede resultar más económico que el transporte por carretera, especialmente para grandes volúmenes de carga y distancias largas», detalla Castillo.

Esto se traduciría en menores precios para los consumidores y mayor competitividad de los productos peruanos en mercados nacionales e internacionales. Además, al trasladar una mayor cantidad de carga al ferrocarril, se podría descongestionar las carreteras, lo que contribuiría a una mejora en los tiempos de viaje para otros usuarios.

«Al disminuir el uso de camiones para el transporte de carga, se reduciría el impacto ambiental asociado con la contaminación del aire, la congestión del tráfico y la degradación de carreteras», añade.

El sistema ferroviario también tiene un impacto positivo sobre el medio ambiente y la economía.

Lee el artículo completo en la edición 51, pág.: 14-17: https://logistica360.pe/nuestras-ediciones/

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