La economía circular —modelo que busca reducir residuos, extender la vida útil de los materiales y reincorporarlos continuamente al ciclo productivo— ha dejado de ser solo un concepto aspiracional para convertirse en estrategia dentro de las cadenas de suministro peruanas.

En un contexto donde la supply chain enfrenta presiones de costos, sostenibilidad y eficiencia, la transición hacia procesos circulares empieza a mostrar resultados concretos en sectores industriales, agrícolas y logísticos. Este avance no solo responde a regulaciones o tendencias globales: las empresas descubren que optimizar recursos es rentable y mejora la competitividad.

Ana Arisnabarreta Montejo, gerente de la División Industrial en Resiter, explica: «Hoy, muchas empresas han pasado de ‘manejar residuos’ a gestionar recursos, entendiendo que cada flujo tiene un valor que puede aprovecharse técnica y económicamente. Esto se refleja en la valorización de materiales, la producción de CDR y la simbiosis industrial. Son cambios concretos que demuestran que el país ya no se mueve solo en teoría, sino en resultados tangibles».

José Luis Vizarreta, director de Procesadora Tropical, añade: «Venimos trabajando un proyecto para reaprovechar la cáscara de plátano, transformándola en enmienda orgánica para el campo y harina funcional para la industria alimentaria. Es un ejemplo claro de cómo convertir un residuo en valor».

Regulación y ecosistema empresarial que impulsan la circularidad

El marco regulatorio peruano ha generado condiciones para que la circularidad se implemente operativamente. Desde 2023, el Ministerio del Ambiente (MINAM) impulsa convocatorias orientadas a valorización, logística inversa y eficiencia de recursos. El Informe del Estado del Ambiente 2024 señala que los proyectos de reaprovechamiento industrial han aumentado en construcción, pesca y agroindustria.

Arisnabarreta destaca: «Los escombros y restos de obra se reciclan para fabricar bloques, sub-bases y arenas, disminuyendo la presión sobre canteras y evitando que toneladas de material terminen en vertederos informales».

Vizarreta añade: «Cada vez más organizaciones desarrollan iniciativas de reciclaje y valorización que integran a pequeños y medianos proveedores, fortaleciendo sostenibilidad económica y ambiental».

Empresas que generan valor: innovación y rediseño operativo

Las compañías que logran resultados tangibles no solo reciclan, sino que rediseñan la cadena completa, integrando:

• Ecodiseño de productos
• Simbiosis industrial
• Eficiencia energética
• Optimización de materiales

Arisnabarreta explica: «Estas empresas innovan constantemente: aplican ecodiseño, usan simbiosis industrial y desarrollan modelos que extienden la vida útil de sus productos. Son extremadamente eficientes en el uso de agua, energía y materiales».

Vizarreta añade: «Las empresas que aplican economía circular reducen pérdidas alimentarias, optimizan procesos y son más eficientes en el uso de los recursos en toda la cadena».

Rentabilidad y retos de la circularidad

El Banco Interamericano de Desarrollo (BID, 2023) indica que la economía circular puede generar ahorros de 5 % a 15 % en agricultura, alimentos y manufactura ligera, siempre que exista infraestructura adecuada de valorización y logística inversa.

Arisnabarreta comenta: «Cuando una empresa optimiza agua, energía y materias primas, no solo cuida el planeta: reduce costos operativos. Los residuos dejan de ser un problema y se transforman en subproductos valiosos».

Vizarreta señala que la rentabilidad depende de la infraestructura y la inversión inicial: «Muchos costos son elevados porque se requiere invertir en tecnología, rediseñar procesos y adaptar la logística».

Colaboración para escalar la supply chain circular

Según MINAM (2024), Perú valorizó 249 mil toneladas de residuos, un crecimiento del 35 % respecto al año anterior, aunque solo el 4.1 % de los residuos municipales se valorizan formalmente. Esto evidencia que la economía circular aún tiene gran potencial de escalamiento.

Arisnabarreta resalta: «La simbiosis industrial permite que los residuos de una empresa se conviertan en insumos para otra. Para que esto funcione, se necesita identificar materiales valiosos y coordinar su aprovechamiento».

Vizarreta complementa: «La circularidad solo puede escalar si las empresas dejan de actuar aisladas. Se necesitan plataformas compartidas de logística inversa, información conjunta, trazabilidad y alianzas que rediseñen empaques y productos desde el inicio».

De proyectos piloto a modelos escalables

Para consolidar la economía circular se requieren cambios en gestión, digitalización y trazabilidad. MINAM, OEFA y GS1 coinciden en que la automatización, seguimiento en tiempo real y estandarización son claves para escalar modelos circulares.

Arisnabarreta indica: «Tecnologías como IoT, blockchain y big data permiten rastrear flujos de materiales, optimizar logística inversa y certificar procesos circulares a gran escala».

Vizarreta agrega: «Para escalar la economía circular, la clave es dejar de verla como un proyecto aislado y convertirla en parte de la gestión integral de la cadena».

Circularidad como estrategia transversal

La economía circular conecta sostenibilidad con competitividad en Perú. Su avance dependerá de la integración tecnológica, la colaboración interindustrial, la infraestructura de valorización y un cambio cultural que deje atrás el modelo lineal.

Arisnabarreta y Vizarreta coinciden: el país ha pasado del discurso a resultados medibles. La circularidad aplicada a la supply chain se perfila como una hoja de ruta para un Perú más productivo, eficiente y alineado con estándares globales de sostenibilidad.

Lee el artículo completo en la nueva edición de Logística 360 Perú, págs. 84-86: https://logistica360.pe/nuestras-ediciones/