Las empresas pueden adoptar cambios en sus procesos de manera rápida a través de metodologías ágiles. Ello les permitirá obtener cadenas de suministros ágiles, flexibles y competitivas que les genere impactos de manera temprana en ahorro, rentabilidad, optimización de procesos y recursos, eficiencia, productividad, entre otros aspectos. 

Suele haber ocasiones en las que una empresa se plantea realizar cambios en procesos y actividades, de manera rápida y eficaz, con el objetivo de conseguir ciertos resultados o expectativas. Una de las maneras más eficientes de cumplir con esto, es por medio de la implementación de metodologías ágiles, sistemas que brindan una serie de ventajas cuando son aplicados en la cadena de suministros. 

Las metodologías ágiles (MA) son sistemas que permiten adaptar cambios rápidos en el estado “AS-IS” (situación actual) de los procesos y actividades de las cadenas de suministros para llevarlos a un estado “TO-BE (futuro de la situación, a dónde se quiere llegar), respondiendo a las motivaciones, expectativas y condiciones de la empresa, el mercado y el entorno de su ecosistema para cumplir con los objetivos definidos en el alcance objeto de la incorporación de la metodología.

Así lo define Diego Espitia Pinzón, Country Manager en E2E Business Management – Latam, quien además sostiene que el fin de aplicar metodologías ágiles es acelerar la implementación, de manera eficiente y sostenible en el tiempo, de “cambios rápidos” para generar resultados de alto impacto de manera temprana en términos, bien sea de ahorro, rentabilidad, optimización de procesos y recursos, eficiencia, productividad y en general en el cumplimiento de objetivos estratégicos y/o operacionales declarados que motivan la aplicación de la MA.

De acuerdo con Diego Espitia, comúnmente las empresas deciden implementar metodologías ágiles ante la necesidad o motivación de encontrar resultados en corto tiempo, con equipos de proyectos livianos, bajo métodos “simples”; asimismo, cuando quieren atender oportunidades o cerrar gaps de desempeño que no dan espera a la intervención con metodologías tradicionales de gestión de proyectos.

Además, apuestan por estos sistemas el mercado y la empresa cuando requieren materializar beneficios puntuales que quizás de no atenderse oportunamente, “se pierden”; agrega. El experto indica que algunas de las ventajas de implementar metodologías ágiles en la cadena de suministros, es la alta velocidad de implementación y la fácil adaptación por parte de equipos; asimismo, su aplicación acelera el logro de resultados, independientemente de cual sea la motivación específica de la intervención.

Las más usadas en Supply Chain

Existen distintas metodologías ágiles que una organización puede aplicar. Dos de las más aplicadas en supply chain son el Racetrack de SCOR Digital Standard Model y el SCRUM. El primero es una metodología ágil que utiliza el framework global SCOR (Supply Chain Operations Reference Model) para diagnosticar, entender, diseñar y configurar cadenas de suministros altamente competitivas, rentables y que cumplan con la estrategia y objetivos de SCM, señala Espitia Pinzón.

“SCOR Model es el marco global de referencia en la disciplina Supply Chain Management, que integra con un enfoque único la implementación de métricas, procesos, prácticas, habilidades del talento humano y habilitadores (marco de gobierno y actuación) para alcanzar eficientemente el desempeño y resultados de negocio”, explica.

De acuerdo con el experto, el SCOR Model ha sido implementado por más de 5,000 organizaciones en el mundo, posicionando a más de 15 de ellas en el “The Gartner Global Supply Chain top 25 for 2022”, y de manera consecutiva viene año tras año incrementando el número de empresas de este ranking global. La segunda, el SCRUM, es una metodología que aplica un set de prácticas para trabajar de manera colaborativa, en equipo y alcanzar resultados en el menor tiempo posible, señala Diego Espitia. Añade que requiere de la conformación de equipos altamente productivos y que se caracteriza por la entrega de resultados parciales o victorias tempranas que han sido priorizadas por el impacto que agregan al resultado final del proyecto.

“SCRUM es utilizado en una buena cantidad de proyectos que denotan complejidad y requieren de una entrega rápida de resultados en ambientes que demandan innovación, flexibilidad y productividad”, menciona.

Beneficios y ventajas  

De acuerdo con Espitia Pinzón estas dos metodologías ágiles presentan los siguientes beneficios: 

• Entrega resultados en el menor tiempo posible. • Reducción de costos en la gestión del proyecto. 

• Rápida adopción de la metodología para su implementación. • Adaptabilidad a diferentes tipos de retos y objetivos. 

• Repetitividad del método. El Country Manager en E2E Business Management – Latam, asegura que las empresas que han aplicado el SCORE Model han logrado los siguientes resultados: 

• Mejora en: Ingresos operativos, confiabilidad en la entrega perfecta; velocidad de respuesta (tiempo de ciclo de las órdenes de cliente). 

• Aumento en agilidad de los procesos, uso de los activos, retorno de inversiones (ROI).

• Implementaciones de tecnologías más rápidas, más funcionales. 

• Mitigación de costos asociados con la gestión de riesgos.

• Cumplimiento de estándares universales relacionados con sustentabilidad.

• Incorporación de habilidades/capacidades en las personas y en los procesos para resolver de manera sostenible oportunidades de mejora.

Más metodologías ágiles

Existen también otras metodologías ágiles que grandes organizaciones como Zara, Apple, Facebook, han aplicado con éxito. Se trata de los métodos Kanban, Agile Inception y Lean Startup, entre otros.

La metodología Kanban es un sistema de post its o tarjetas visuales. Es un marco muy usado que consiste en la elaboración de diagramas en los que se anotan las tareas pendientes, en proceso o terminadas de un equipo. Su principal ventaja es que mejora el trabajo en equipo gracias a la planificación de tareas. A diferencia de Scrum, no requiere cambios organizacionales.

Agile Inception, es una metodología orientada a la definición de los objetivos. Su meta es clarificar cuestiones como el público objetivo, las propuestas de valor agregado, las formas de venta, entre otras. Se basa en el método del ‘elevator pitch’, con pequeñas entrevistas con actores clave de la empresa de no más de 5 minutos. 

Se busca la agilidad y el sentido práctico. Finalmente, el método Lean Startup es un proceso ideado para el lanzamiento de nuevos productos o negocios. Consiste en la experimentación y la iteración o repetición de procesos para obtener un aprendizaje validado. Permite acortar procesos, adquirir un gran conocimiento del mercado al que se quiere llegar y reducir los costes iniciales.