Para operar eficientemente en escenarios de alta demanda como la campaña navideña, la planificación en el manejo del transporte y en la gestión de almacenes es un factor indispensable.

La cadena de suministro de las empresas pasa por periodos desafiantes año tras año, bien por imprevistos, o por momentos donde se sabe que habrá un alto incremento en la demanda, y que las capacidades logísticas estratégicas y de madurez de las empresas, serán puestas a prueba.

La campaña navideña es un ejemplo donde los negocios entran en un pico de ventas que deben atender adecuadamente, para lo cual el manejo eficiente de la logística integral es crucial.

“Cuando hay un incremento en la demanda de varios sectores a la vez, la empresa se puede encontrar con una disponibilidad restringida de recursos, y de un incremento de las tarifas spot”, indica Rodrigo Sánchez Tregear, gerente de supply chain en San Fernando.

En segmentos de alimentos perecibles, donde se necesita cadena de frío, la cadena logística se vuelve aún más crítica. “Si uno está en el mercado en el que está San Fernando, donde la cadena de frío es clave, se tiene una complejidad adicional”, comenta.

Planificación y proveedores de transporte

En escenarios como este, comenta Sánchez, se debe tener una gestión logística planificada, que pasa por asegurar capacidades internas y externas, como por haber negociado en términos de tarifas y volúmenes con proveedores homologados, como es el caso del transporte, para tener acceso a capacidades incrementales, y así tener una mejor posición ante el incremento de la demanda.

“Uno tiene que evaluar muy bien su entorno, su mercado, su sector, su cadena productiva y cuáles son las variables más importantes, para luego desarrollar la estrategia de capacidades y preparado para la época navideña”, subraya.

El experto en Supply Chain destaca que la alianza con proveedores es muy importante, por lo que se debe tener en cuenta un programa de desarrollo de proveedores que incluya a transportistas para llegar a altos niveles de servicio.

“Tienes que ser capaz de medir el nivel de servicio muy de cerca y en varios escenarios; así se puede contar con partners que puedan responder ante estos picos de demanda”, señala.

Asimismo, Sánchez destaca que todo se resume en qué tan planificada está la estructura y configuración de la operación; remarca que el proceso de planificación es un círculo virtuoso omnipotente.

“Las empresas no solo se pueden adelantar a la operación regular, o para los meses previos, sino también de acuerdo a la estacionalidad de demanda que se tenga en algunos productos”, comenta.

En ese sentido, se debe evaluar si tener almacenes propios o externos; si la flota homologada es propia o tercera, qué disponibilidad se tiene de ella, qué tipo de mantenimiento desarrollar y qué otros servicios conexos se requieren; asimismo, cómo se están previendo las variaciones de las palancas de costo, como por ejemplo en combustible, llantas, mano de obra, tipo de cambio, etc.

“Al final del año siempre tienes la complejidad adicional de que todo el mundo sale a buscar capacidades en transporte, ya sea T1, T2, última milla, etc.”, refiere.

Elegir entre trabajar con una operación propia o con una tercerizada dependerá de muchos factores, como por ejemplo el tamaño del negocio, de los canales de venta, del volumen de carga, de la cobertura, de las configuraciones y capacidades que se necesiten.

“He trabajado en empresas donde hemos tenido flotas propias, incluso empresas de transporte propias; y he trabajado en otras donde todo el servicio era tercero, todas con buen nivel de servicio. En realidad, no hay una sola fórmula, depende mucho de la configuración que tu negocio necesite y de la situación en la que se encuentra la empresa a nivel de madurez en operaciones”, precisa.

De igual manera, el ejecutivo hizo hincapié en que la estrategia y la planificación de las operaciones es la clave ante diferentes escenarios, lo que incluye la atención de múltiples canales; “para el caso de alimentos de corta vida útil, es importante controlar la cantidad de toques en la distribución”, dice.

Desafíos del consumidor

A raíz de los desafíos que trajo la pandemia, el consumidor en Perú, que hoy en día ya está en una nueva normalidad, espera tener los productos minutos después de haberlos solicitado. Esto es impulsado por la revolución de aplicaciones de última milla, que han fortalecido este canal y han generado altas expectativas.

Al respecto, Sánchez indica que, habiendo cumplido con una adecuada planificación y desarrollo de capacidades que garanticen el nivel de servicio prometido, se cumplirán estas expectativas, tanto en tiempo, cantidad y calidad. En cambio, añade, si no se está preparado, se puede crear un estrés muy grande en la cadena, ocasionar desperdicios en el proceso, costos altos y fallar en la promesa al consumidor.

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