Las exportaciones peruanas de la chirimoya, fruta bautizada como «manjar blanco» por los conquistadores españoles, cuyo nombre científico es Annona cherimola, ha mostrado un incremento importante en el año 2023.

De acuerdo con Perú Exporta, los despachos peruanos de esta fruta alcanzaron las 1.172 toneladas, mostrando un incremento de +7% respecto a lo registrado en 2022.

La chirimoya procedente de Perú se despachó al mundo en diversas presentaciones, entre las que destacan la pulpa de chirimoya congelada, chirimoya en cubos y en fruta fresca.

El principal mercado destino de la chirimoya de Perú es Chile, que concentra más del 95% del total.

La producción peruana de chirimoya alcanza en promedio unas 20 mil toneladas anuales. Las principales zonas productivas se encuentran en Lima con 8.000 toneladas, lo que representa el 40% de la producción. Luego se encuentran las zonas de Áncash, Arequipa, Cajamarca, Apurímac y Junín.

El principal productor y exportador de chirimoya en Sudamérica es Perú, seguido por otros países como Ecuador, Colombia, Chile y México.

La chirimoya

La chirimoya es un cultivo característico de los valles interandinos, donde las condiciones de altitud entre 1,500 y 2,000 metros sobre el nivel del mar son ideales para su desarrollo. 

La capital peruana en particular lidera con aproximadamente el 40% de la producción nacional de esta fruta.

En el departamento de Lima, San Mateo de Otao y Callahuanca son dos puntos destacados por su contribución a la producción de chirimoya. Estos distritos y parte de la provincia de Huarochirí, son reconocidos por su capacidad para el cultivo de esta fruta. En San Mateo, específicamente en el centro poblado de Cumbe, se concentra una producción notable, lo que le otorga el título de «capital de la chirimoya».

Salud

La chirimoya, fruto nativo de las montañas andinas peruanas, está asociada con diversas propiedades saludables. Entre ellas, la protección de la visión, la regulación de la tensión arterial y propiedades anticancerígenas.