Una logística resiliente permite responder a tiempos disruptivos en la cadena de suministro
julio 7, 2023
Escrito por: Jorge Choque
Las cadenas de suministro se han visto en dificultades en los últimos años debido a una serie de disrupciones producto de eventos externos. En el siguiente artículo, Juliana María Román, Jefe de Logística e Importaciones – Desarrollo de Producto, en Taurus Group, afirma que una logística resiliente permite a las empresas anteponerse eficientemente y de

Las cadenas de suministro se han visto en dificultades en los últimos años debido a una serie de disrupciones producto de eventos externos. En el siguiente artículo, Juliana María Román, Jefe de Logística e Importaciones – Desarrollo de Producto, en Taurus Group, afirma que una logística resiliente permite a las empresas anteponerse eficientemente y de manera rápida a las disrupciones, mitigando los impactos y logrando los objetivos trazados. En el presente texto, la experta también analiza los elementos para desarrollar una logística resiliente.
Hay momentos difíciles que surgen repentinamente y ponen en situación de vulnerabilidad la vida del ser humano o el desarrollo de una cadena de actividades. La clave para enfrentar aquello y salir airoso es una gran dosis de resiliencia.
De acuerdo con Juliana María Román, Jefe de Logística e Importaciones – Desarrollo de Producto, en Taurus Group, la resiliencia en la logística es la capacidad que se tiene para detectar, identificar los riesgos de la cadena de suministro, y tener la capacidad para responder realmente a ellos. Ambos, detectar y responder, son igualmente importantes en una organización, afirma.
Últimamente, las cadenas de suministro se han visto vulnerables y se han enfrentado a situaciones externas emergentes que han complicado el normal desarrollo de las actividades. Lo hemos visto, por ejemplo -dice Juliana Román-, producto de los acontecimientos como el Covid19, la etapa postcovid, las guerras en Europa, fenómenos naturales, etc. Estas situaciones externas han evidenciado la vulnerabilidad de las cadenas de suministro y la poca labor que se había realizado en prevención de riesgos.
“Pudimos ver que muchas empresas, puertos, operadores logísticos y almacenes no estuvieron preparados para una situación como la que pasó; personalmente creo que nadie estuvo preparado, pero dentro de todo, algunas empresas han salida victoriosas, debido a muchos factores”, comenta la también docente.
Juliana Román menciona que muchas empresas solo responden a eventos disruptivos cuando estos ya se están dando, y por consiguiente la respuesta no es del todo satisfactoria porque puede que para ese momento la cadena ya esté rota. “Y tal vez nunca respondan realmente al riesgo en sí mismo en la interrupción que se presentó”, agrega.
La experta indica que otro problema es que muchas empresas enfocan todos sus esfuerzos en la reducción del precio y llegan a un punto en que pierden de vista otros aspectos importantes, olvidando el ingrediente principal: el ser resiliente. Esta falta de resiliencia finalmente provoca que las empresas se vuelvan rígidas, añade, siendo esta la razón porque muchas cadenas de abastecimiento no son flexibles.
“Ser resiliente es ser flexible. Es muy importante tener una cadena de abastecimiento flexible, porque te permitirá adaptarte a la actual situación, a los nuevos eventos generados por tiempos cambiantes y emergentes”, enfatiza.
En ese sentido, Juliana Román resalta que tener una logística resiliente es de suma importancia porque ayuda a dar respuestas a tiempos disruptivos en la cadena de suministro generados por externalidades como las mencionadas líneas atrás. Estas respuestas, agrega, deben ser rápidas y eficientes.

Juliana María Román, Jefe de Logística e Importaciones – Desarrollo de Producto, en Taurus Group
¿Cómo obtener una logística resiliente?
La especialista menciona que para tener una logística resiliente esencialmente debemos tener un radar, estar detectando los riesgos todo el tiempo, porque estos pueden ocurrir en cualquier momento. Asimismo, señala, hay que listar los riesgos, analizarlos y determinar cuánto pueden afectar a nuestra cadena en el futuro cercano o en el largo plazo, y luego ejecutar acciones apropiadas para responder a ellos.
“Si tenemos ese radar necesario para detectar los riesgos en el desarrollo de las actividades de abastecimiento, como congestión portuaria, paros de trabajadores portuarios, fenómenos naturales, entonces podremos mitigar el impacto o efecto. Incluso si detectamos los riesgos, pero no se tiene la capacidad para responder a ellos, entonces igual fracasaremos”, subraya.
Román sostiene que, igual de importante es tener en cuenta todo lo que sucede en el entorno de nuestra cadena de suministro.
“Por ejemplo, una noticia sobre eventos naturales, problemas económicos y políticos, nos permitirá visualizar posibles disrupciones”, anota.
Asimismo, señala que para garantizar una logística resiliente se deben implementar estrategias para responder a los efectos de los eventos disruptivos, y que para poder implementar estas estrategias se debe conocer muy bien toda la cadena logística de nuestras organizaciones.
“Podemos hacer frente a estas disrupciones utilizando o ejecutando acciones en muchos campos, por ejemplo, la digitalización de la información. Es clave para poder contar y mantener información real, que ayudará a la toma de decisiones por todas las áreas involucradas. Ya para ello podemos utilizar programas o softwares”, anota.
También indica que para una logística resiliente se debe planificar, coordinar todas las actividades, implementar procesos ágiles y flexibles que permitan lograr objetivos con eficiencia.
La docente precisa que hay muchas herramientas y tecnologías que ayudan a ser resilientes en logística, y que muchas empresas ya las están usando. Por ejemplo, dice, se han implementado almacenes altamente productivos, inteligentes y automatizados, así como vehículos autónomos, entre otros.
“Para el manejo de la información encontramos el blockchain y la nube logística para hacer predicciones y análisis de data; entre otras herramientas que permiten el uso de la información para predecir y anticiparnos a eventos externos que influyen en nuestras cadenas de abastecimiento”, añade Juliana Román.
Remarca que aquellas empresas que logran una logística resiliente tienen una visibilidad total de su cadena de suministro, y que de darse una disrupción, podrán ejecutar las acciones apropiadas para mitigar el impacto. Esto permitirá, además, asegurar el flujo eficiente de productos e información, lo que se traduce en un nivel de servicio óptimo.
“En cambio, el no tener una logística resiliente genera un alto costo para la empresa”, apunta.
Las grandes exigencias
La experta señala que los últimos años han dejado grandes desafíos en la logística para enfrentar de manera resiliente los cambios y turbulencias que afectan la cadena de suministro. Hace hincapié en que la logística hoy en día exige comprender que debemos utilizar nuevas tecnologías, detectar los riesgos y tener la habilidad y capacidad para responder eficientemente a ellos, ser flexibles y lograr pasar de ser más rentable a ser eficientemente flexible.
Refiere que otra exigencia en la logística es la de tener una visión completa de nuestra cadena de suministro, algo que la mayor parte de organizaciones no tienen, advierte. “Es clave que se conozca porque así se pueden identificar riesgos y mitigar el impacto”, resalta.
Asimismo, Juliana Román sostiene que hoy las cadenas de suministro exigen ser sostenibles en su logística. “Los mercados nos empujan a tomar medidas sostenibles desde el abastecimiento de la materia prima hasta la evaluación de los gases de efecto invernadero en el transporte”, comenta.
Para Juliana Román, hay mucho trabajo por hacer, aunque afirma que las grandes empresas, principalmente, están trabajando en ello.
Señala que hay limitantes que no permiten en algunos casos ser resiliente y que las respuestas rápidas que se tienen que dar muchas veces dependen de factores que en nuestro país apenas se están iniciando. Por ejemplo: falta de conectividad en lo largo y ancho del país, falta de infraestructura, y en otros casos la falta de legislación (energía renovable, vehículos automatizados, entregas a través de drones entre otros).