Liderazgo en supply chain: de lo operativo a estratégico
octubre 10, 2025
Escrito por: Redacción Logística 360
El rol de los líderes en la cadena de suministro exige hoy resiliencia, visión estratégica, innovación tecnológica y enfoque en sostenibilidad.

El liderazgo en la cadena de suministro ha experimentado una transformación profunda en los últimos años. Lo que antes se concebía como un rol operativo hoy se entiende como una responsabilidad estratégica, donde la competitividad, la resiliencia y la capacidad de conducir procesos de cambio son ejes centrales.
«Hoy se espera que quien dirija la cadena no solo optimice costos y operaciones, sino que aporte a la competitividad del negocio, gestione riesgos sistémicos y lidere procesos de transformación», afirma Félix Eduardo Vásquez Villanueva, experto en Dirección de Operaciones Logísticas y Cadena de Suministro.
Añade que este cambio fue impulsado por la exigencia del cliente final por rapidez y trazabilidad, las disrupciones globales —pandemia, variaciones de flete, cambios regulatorios— que demandaron resiliencia, y la adopción acelerada de tecnologías que permiten decisiones anticipadas.
De lo operativo a lo estratégico
Desde su experiencia en sectores como producción, farmacéutico y salud, Vásquez Villanueva ha comprobado cómo la transformación se refleja en la práctica cotidiana. Explica que hoy resulta indispensable combinar cumplimiento, calidad y visión de continuidad.
«Esto se traduce en gestionar cadenas críticas con foco en calidad y cumplimiento, alineando inventarios y procesos operativos con prioridades estratégicas como la continuidad del negocio y la satisfacción del cliente», señala.
La evolución está marcada por la necesidad de alinear operaciones con objetivos de largo alcance, integrando resiliencia y satisfacción del cliente como principios fundamentales.
Competencias que marcan la diferencia
Los líderes más efectivos combinan conocimiento técnico con habilidades humanas para guiar el cambio y consolidar relaciones sólidas.
«Las competencias que verdaderamente marcan la diferencia combinan lo técnico con lo humano: visión analítica (trabajar con datos y modelos predictivos), pensamiento estratégico (entender la cadena de extremo a extremo y su impacto en el negocio) y gestión del riesgo (identificar y mitigar vulnerabilidades)», explica.
A ello se suma la capacidad de comunicar, formar y comprometer equipos, además de construir vínculos sólidos con proveedores y clientes.
En el sector farmacéutico, subraya que la atención al detalle y el cumplimiento regulatorio son innegociables. «La toma de decisiones basada en indicadores (fill rate, rotación, días de inventario ajustados por criticidad) es lo que permite resiliencia operativa», comenta.

La diferencia la marcan los líderes que integran sostenibilidad e innovación en la agenda logística, generando valor duradero.
Brechas entre talento y demanda
Vásquez Villanueva advierte una clara distancia entre lo que el mercado requiere y el perfil predominante del talento disponible.
«La brecha más evidente es la gestión integral: abundan especialistas operativos muy buenos en almacén, transporte y aduanas, pero hay menos líderes que integren esas áreas y comprendan finanzas, data, sostenibilidad y estrategia comercial en una sola visión», afirma.
Otra brecha crítica está en el dominio de herramientas digitales y analítica avanzada. «Muchas organizaciones requieren líderes que sepan aprovechar WMS/TMS, BI y modelos de forecasting, pero una parte importante del talento sigue enfocada en prácticas tradicionales», sostiene.
Para cerrar esa distancia, propone combinar capacitación técnica con experiencia rotativa y proyectos transversales con resultados globales.
Digitalización, sostenibilidad y globalización
El liderazgo actual en supply chain se construye sobre tres ejes principales: tecnología, sostenibilidad y gestión internacional.
«La digitalización convierte al líder en usuario y patrocinador de tecnología. Debe priorizar inversiones en datos, automatización y visibilidad en tiempo real. La sostenibilidad incorpora metas como reducción de huella de carbono, optimización de embalajes y logística inversa. La globalización exige gestionar riesgos geopolíticos, asegurar cumplimiento internacional y diversificar el abastecimiento», detalla.
El líder actual, concluye, debe actuar como integrador tecnológico, gestor del impacto ambiental y estratega internacional.
Formación y retención de líderes
La formación más efectiva combina educación formal, experiencia directa y sistemas de reconocimiento. «Funcionan los programas ejecutivos enfocados en supply chain digital y gestión del cambio, combinados con experiencias en el campo que expongan a los futuros líderes a retos reales», explica.
Las rotaciones y stretch assignments permiten conocer distintas áreas y asumir decisiones con impacto financiero. También son clave las comunidades internas de práctica y los programas de mentoría que transmiten conocimiento tácito.
En incentivos, destaca reconocer logros que incluyan avances en servicio al cliente, sostenibilidad y resiliencia, además de los ahorros operativos. Las alianzas con universidades y centros de investigación mantienen al talento actualizado y vinculado a tendencias globales.
El factor humano
La conclusión de Vásquez Villanueva es clara: invertir en las personas garantiza resultados sostenibles. «En mi trayectoria he comprobado que los resultados más sostenibles vienen de invertir en las personas. He logrado avances implementando proyectos estratégicos con enfoque tecnológico para conectar las operaciones logísticas en toda la cadena de suministros», subraya.
Afirma que las métricas cobran valor cuando se vinculan con los objetivos globales: «El uso de métricas que relacionan el desempeño individual con los objetivos corporativos fortalece en los equipos un sentido de propósito y compromiso real».
Lee el artículo original en la edición 55 de la revista Logística 360, págs. 50-52: https://logistica360.pe/nuestras-ediciones/
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