Las cadenas de suministro necesitan una actualización, no un reinicio

noviembre 8, 2023

Escrito por: Redacción Logística 360

En concreto, las cadenas de suministro necesitan una actualización que modernice la forma en que pensamos, respondemos y lo gestionamos todo, desde los comportamientos de compra y las expectativas de los clientes hasta los costes laborales, los envíos y las prácticas de fabricación.

Las cadenas de suministro son redes complejas, interconectadas e interdependientes de fabricantes, distribuidores y minoristas. Y aunque este aspecto interconectado es lo que las hace fuertes, la misma interdependencia, sin embargo, las hace vulnerables a interrupciones de cualquier magnitud, ya sea un buque de carga atascado en el Canal de Suez, conflictos geopolíticos o el estallido de una pandemia mundial.

Ahora, mientras seguimos trabajando para que las cosas vuelvan a su cauce tras los últimos retos planteados por la inflación más alta de los últimos 40 años y la interrupción causada por una guerra en Europa del Este, ha quedado claro que las cadenas de suministro necesitan algo más que tiempo para solucionar los problemas.

En concreto, las cadenas de suministro necesitan una actualización que modernice la forma en que pensamos, respondemos y lo gestionamos todo, desde los comportamientos de compra y las expectativas de los clientes hasta los costes laborales, los envíos y las prácticas de fabricación.

¿Cómo pueden adaptarse los minoristas y vendedores al cambio constante que todos aceptamos ahora como la nueva norma?

Se podría argumentar en contra de la fabricación deslocalizada para evitar rupturas en la cadena de suministro. Una combinación más equilibrada de producción puede ayudar, sin duda, pero un cambio total a la fabricación nacional conllevaría un aumento de los costes de mano de obra y fabricación, lo que provocaría una escalada de los precios de los productos. Con las economías mundiales enfrentadas a la inflación, todo lo que aumente los costes de los productos y las existencias debe evitarse, al menos a corto plazo.

Del mismo modo, la preocupación por una interrupción prolongada o repetida de las cadenas de suministro podría llevar a algunas empresas a aumentar los niveles de inventario para garantizar la disponibilidad en momentos de ralentización. Sin embargo, las implicaciones para el capital circulante y el balance hacen que esta estrategia resulte inviable para casi todas las empresas, ya que las existencias estacionarias que no se venden son casi siempre inasequibles.

Aprovechar las tecnologías avanzadas

La tecnología moderna, por supuesto, puede ser parte de la solución. Ya ha proporcionado una mayor visibilidad de las cadenas de suministro globales, por lo que los minoristas y vendedores de hoy en día son más propensos a ofrecer la explicación de «está atascado en un buque de carga» para los problemas de inventario y entrega.

Aunque una mayor visibilidad no ayuda a resolver los problemas inmediatos de inventario, las innovaciones tecnológicas más recientes pueden contribuir en gran medida a minimizar el impacto de las interrupciones importantes y, en algunos casos, a contrarrestar significativamente el impacto potencial de estos sucesos. Los primeros pasos hacia el desarrollo de un plan eficaz de contingencia y continuidad de la actividad comienzan con una evaluación de riesgos y una previsión precisa de la demanda.

El análisis de datos como pieza clave de la ecuación

Por otro lado, para el minorista, la capacidad de analizar datos de mercado casi en tiempo real es clave para mejorar las opciones de los responsables de la toma de decisiones, proporcionándoles todos los datos necesarios para hacer llegar un producto al cliente de la forma más rápida, rentable y sostenible.

Tecnologías como la inteligencia artificial y el aprendizaje automático – con información sobre la demanda estacional, las tendencias geográficas de las ventas, el inventario de los almacenes e incluso las condiciones meteorológicas que pueden influir en los costes de transporte – se convierten en unas asesoras de confianza con sofisticadas recomendaciones.

El cambio es la nueva constante

Aunque las presiones económicas como la inflación pueden alterar la renta disponible de los consumidores y las empresas, es poco probable que cambien las expectativas de nivel de servicio en torno a las compras online, en la tienda y la entrega a domicilio.

Además, muchas marcas y minoristas son conscientes de que siguen existiendo problemas de oferta y demanda, lo que les ha dejado con dificultades de inventario que, si no se solucionan, podrían afectar a la temporada navideña de 2023.

Si a esto le añadimos la presión por centrarse en la rentabilidad en un momento en el que el bolsillo de los consumidores está sometido a la mayor presión desde 2008, la aplicación de tecnologías avanzadas en la cadena de suministro con la agilidad y flexibilidad necesarias para responder a las interrupciones y otros retos que se presenten en el futuro será la clave para mantenerse alejados de los números rojos.

Puede parecer una declaración sencilla, pero, a fin de cuentas, tenemos que ir más allá de la resistencia y la redundancia en nuestras cadenas de suministro. La flexibilidad y la agilidad en tiempo real son las nuevas piedras angulares del comercio y la confianza en la cadena de suministro. A medida que las viejas reglas y normas se quedan en el camino, la capacidad de transformarse sobre la marcha y adelantarse el cambio constante al que nos enfrentamos separará a los comerciantes prósperos de los meros supervivientes.

Fuente: El Economista

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