El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó el 28 de abril una orden ejecutiva que exige a los camioneros del país demostrar competencia en inglés. Esta medida busca reforzar la seguridad pública en el transporte terrestre de carga.

El decreto ordena al Departamento de Transporte incluir una prueba de inglés para los conductores de vehículos comerciales. La portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, señaló: «Hay muchos problemas de comunicación de los camioneros tanto con las autoridades federales como con las locales, lo que obviamente representa un riesgo para la seguridad pública».

Añadió además que «vamos a asegurarnos de que todos nuestros camioneros, que son la columna vertebral de nuestra economía, hablen inglés. Es una política de sentido común».

Norma federal y aplicación de controles

La orden recuerda que la ley federal ya exige que los conductores comerciales «lean y hablen inglés lo suficiente como para conversar con el público en general, comprender señales de tráfico en inglés, responder a solicitudes oficiales y llenar formularios».

El documento presidencial indica que, si bien esta norma existe, no se ha aplicado de manera estricta en los últimos años. Esto, según el texto, ha deteriorado la seguridad vial en las carreteras estadounidenses.

Además, la orden establece que las agencias estatales deben revisar los permisos de conducir comerciales. Se busca detectar patrones irregulares y mejorar los protocolos de fiscalización para elevar el cumplimiento normativo.

Postura del sector gremial de transporte

Frente a esta disposición, la Asociación Nacional de Camioneros ha manifestado su desacuerdo. En su comunicado de marzo señaló: «Cualquiera que repita esta afirmación inexacta necesita comprender mejor cómo se recopilan los datos del sistema de información de gestión de transportistas y cómo estos pueden manipularse para promover una agenda política».

La implementación de esta medida genera debate dentro del sector transporte, ya que involucra temas migratorios, regulatorios y de empleabilidad, claves para las cadenas de suministro binacionales en América.