¿Qué medidas preventivas a nivel logístico están tomando las principales agroexportadoras del país ante la llegada del Fenómeno del Niño (FEN)? Para este efecto, conversamos con los representantes de Danper, Hortifrut y Cerro Prieto.

Jorge Urbina, gerente central de logística en Danper, manifiesta que el Niño Global, ocurrido el 2023 y que se manifestó a través del huracán Yaku durante los meses de marzo y abril, afectó la fruta en cosecha y causó rotura de los canales de regadío e inundaciones en la ciudad donde abastecen sus materiales. Asimismo, provocó la consecuente inundación de terrenos y posterior escasez de agua mientras se realizaba la reparación de canales y caminos.

Asimismo, explica que en general, existe un patrón en los últimos eventos del FEN Costero, lo que hace que se extienda el verano y genere un invierno casi inexistente, lo que afecta el desarrollo vegetativo de la planta. “Los campos de cultivo producen menos kilos del fruto esperado, y con menos calidad de fruta, adicionalmente se incrementan las plagas oportunistas aprovechando la mayor temperatura”, detalla Urbina.

Por lo tanto, añade que, durante el último FEN Costero del 2023, la mayoría de cultivos de exportación sufrieron reducciones de producción entre -35% (arándano) a -70% (mango) lo que a su vez eleva los costos unitarios y redunda en el precio final obtenido en el mercado. Los daños causados por el FEN del 2023 traspasan el año. En la zona sur provocan sequías que aumentan los costos de generación de energía, los costos de agua de irrigación, etc.

Sobre el impacto del FEN en la agroexportación del país, Antonio Jordan Patow, superintendente de la cadena de suministro en Cerro Prieto, afirma que, en los últimos años, han sido testigos de cómo la crisis climática nos ha planteado desafíos cada vez más urgentes en el Perú y a nivel mundial. “Uno de los fenómenos climáticos que genera mayor preocupación es El Niño, cuyos efectos tienen una repercusión especialmente notoria en la economía y la agricultura”, resalta.

Según el Instituto de Economía y Desarrollo Empresarial (IEDEP), aproximadamente el 25% del PBI agrícola se encuentra en riesgo debido a este fenómeno, y se estima que este evento climático ha generado la reducción de hasta un 60% de empleos en el sector agroindustrial, estamos hablando de unos 80,000 puestos de trabajo aproximadamente.

“Todo esto es una cadena, no solo es el sector agroindustrial, ya que como consecuencia directa tenemos que contratar menos camiones para la carga logística, menos buses para el personal, menos confección para uniformes, menos generación de alimentos. La agroindustria es una locomotora que incide en otros sectores del país. Esto es preocupante para la economía”, advierte Jordan Patow.

Además de afectar directamente a los rendimientos en las cosechas y cultivos, el FEN podría incrementar la aparición y la propagación de plagas y enfermedades, tanto en la agricultura como en la ganadería.

“Las variaciones en las precipitaciones, la temperatura, el viento, la luz y el PH del suelo pueden promover el desarrollo de plagas y generar condiciones ideales para su establecimiento en nuevas áreas de cultivos. Algunas de las plagas que se incrementan como consecuencia del efecto del FEN son: langosta voladora, cochinilla rosada del hibisco, broca del café, rata de campo, mosca blanca, entre otras”, explica el representante de Cerro Prieto.

Frente a estas amenazas, es imprescindible trabajar de manera colaborativa y preventiva para mitigar los impactos negativos; el sector privado juega un papel fundamental en este esfuerzo.

La crisis climática y El Niño representan desafíos significativos para todo el Perú, y la prevención y la colaboración entre el sector privado y público son esenciales para afrontar eficazmente estas problemáticas. “Con soluciones adecuadas, podemos garantizar la seguridad alimentaria y el desarrollo sostenible del país en estos momentos críticos”, sostiene Antonio Jordan.

Por su parte, Guillermo Álvarez, gerente de logística en Hortifrut Perú, sostiene que el FEN puede tener varios impactos en el sector agroindustrial en la costa norte del Perú, siendo una de las más relevantes las pérdidas en la producción.

“El cambio en los patrones de lluvia puede llevar a sequías o inundaciones extremas, impactando en pérdidas significativas en los cultivos”, subraya Guillermo Álvarez, gerente de logística en Hortifrut Perú.

Además, los cambios en la temperatura y la humedad pueden favorecer la proliferación de plagas y enfermedades que afectan a los cultivos, y hacer necesario un control riguroso y costoso para mantener la salud de las plantas.

El ejecutivo de Hortifrut Perú añade que las interrupciones en la producción pueden afectar la cadena de suministro de alimentos y productos, generando aumentos de precios y afectando la economía local y nacional.

Asimismo, las inundaciones y los fenómenos climáticos pueden dañar la infraestructura agrícola, como sistemas de riego, almacenes y vías de transporte, lo que dificulta la producción y distribución de productos.

Medidas preventivas

Jorge Urbina, gerente central de logística en Danper Perú, manifiesta que su representada busca aumentar su autonomía hídrica construyendo reservorios en sus ubicaciones de campo.

“Estas inversiones CAPEX (Gastos de Capital) representan valores importantes en construcción, habilitación y mantenimiento, pero son evidencias del compromiso que se tiene con el sector económico y con el país en general”, destaca.

Lee el reportaje completo en nuestra edición digital: https://acortar.link/YkBCdT