Luis Rivera, vicepresidente ejecutivo de Gold Fields Región Américas, nos comenta que una de las alternativas para el cierre de brechas y para echar a andar esta gran maquinaria llamada Perú, es apostar por la creación de una infraestructura compartida. Un concepto nada nuevo pero que podría estimular el crecimiento productivo.

Pero ¿a qué hace referencia la infraestructura compartida?, ¿por qué los peruanos deberíamos prestar atención al respecto?, ¿quiénes serán los principales beneficiados con esta propuesta?

Para profundizar en este tema nos hemos centrado en el norte del país, una zona con mucho potencial donde la industria minera ha visto una excelente oportunidad. Allí se encuentran una serie de importantes proyectos mineros como Michiquillay, La Granja, Galeno y Conga, que podrían darle vida a esta iniciativa y reimpulsar la economía del país.

¿Cuál es el primer paso para iniciar con la propuesta de infraestructura compartida en el Perú y en especial en el norte del país?

Un aspecto fundamental para el desarrollo de la infraestructura compartida es, sin duda, el diálogo. Afortunadamente, en el país hay buen nivel de organización desde el sector privado promovido por los gremios empresariales. Ejemplo de ello son las alianzas entre privados, que involucran también al Estado, para desarrollar grandes proyectos de infraestructura mediante Asociaciones Público Privadas (APP) y mecanismos como Obras por Impuesto (OxI).

¿Qué se busca con este diálogo?

Se busca que haya una mayor articulación a nivel regional, para lo cual se necesita desde el Estado una planificación intersectorial más efectiva en los planes de desarrollo de infraestructura. Es decir, si en el país tenemos la oportunidad de desarrollar un nuevo proyecto minero este año, no esperemos cinco años más para licitar un proyecto de electrificación en la zona, o un proyecto hídrico, o para la construcción de carreteras. Hagamos que las industrias encuentren oportunidades de desarrollo en conjunto para mejorar caminos de acceso, instalar líneas de transmisión o buscar sinergias en facilidades portuarias, etc.

¿Esta propuesta de infraestructura compartida de alguna forma permitiría una reducción de la huella ambiental?

Desde luego que sí. Con el uso compartido de activos, que podrían ser desde presas de relaves hasta infraestructura, y un uso más eficiente de recursos diversos: materiales de construcción, agua, tierras, etc. Asimismo, permitiría desarrollar un trabajo mucho más focalizado y con recursos compartidos para la gestión ambiental de esa infraestructura.

¿Quién sería el encargado de liderar esta propuesta en el Perú? ¿El sector minero se encargaría de financiar esta propuesta?

En el país es necesario establecer una visión de desarrollo conjunta para nuestra sociedad y aprovechar los recursos disponibles para lograr nuestros objetivos. Para ello es el Estado, a través de sus autoridades, el llamado a articular esfuerzos, promoviendo sinergias para establecer estrategias de desarrollo integrales en el país. Los gobiernos regionales, a su vez, deben trabajar también asociados a ese plan de desarrollo y no mantenerse alejados de las prioridades a nivel de infraestructura.

Las empresas, por su parte, hemos suscrito compromisos con el Estado peruano para apoyar con capacidad técnica en la agilización de proyectos de infraestructura. Las cartas están sobre la mesa. Lo que se necesita es mayor planificación.

¿Qué beneficios logísticos concretos traería aplicar este concepto de infraestructura compartida? ¿Cómo se beneficiarían las empresas, otros sectores económicos o las comunidades locales?

En Europa, por ejemplo, encontramos experiencias sobre infraestructura compartida, que han permitido reducir hasta en un 30% los costos operativos y de capital para las empresas. Esta modalidad de trabajo, además, permitiría que compañías aún en vías de expansión, y con menor capacidad de inversión, tengan la oportunidad de consolidar alianzas con empresas más establecidas y con mayor respaldo económico. Y a nivel social, tenemos oportunidades diversas de acuerdo a las características del proyecto que podamos desarrollar: cierre de brechas en infraestructura hídrica, transporte, saneamiento, electrificación, agua potable, etc.

¿Hablar de infraestructura compartida implica contar con truck centers, almacenes compartidos o centros de consolidación?

En el país existen oportunidades de inversión en logística de manera descentralizada. Tenemos importantes corredores económicos en el Norte y Sur, donde la minería viene jugando un rol protagónico. Cajamarca, por ejemplo, es la región con mayor potencial de inversión en minería, con una cartera de proyectos que supera los US$18,000 millones. Lo que se necesita, por ejemplo, es todo un flujo de transporte y almacenamiento para que la producción pueda llegar a la costa para su posterior exportación.

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