En noviembre del 2021, el Perú renovó su compromiso de acelerar la transición energética, impulsando el uso de las energías renovables. Marco Fragale, country manager de Enel Perú, sostiene que, a través de la digitalización, el rubro se encuentra en un proceso de transformación en las áreas de producción, distribución y consumo de energía.

Según el ejecutivo, la transformación digital significa una oportunidad para las empresas que se plantean desarrollar una ventaja competitiva. Por ello, hay cada vez más centrales de generación automatizadas que operan remotamente, utilizando nuevas tecnologías digitales como drones, smart glasses, realidad virtual y aumentada.

“La transformación de la matriz de generación eléctrica hacia las energías renovables y la electrificación de consumos finales serán los ejes principales de la transición energética en nuestro país”, asegura Fragale. Esto considerando que el Perú tiene una de las matrices energéticas más limpias de América Latina, pues el 50% proviene de generación hidroeléctrica y 5% de energías renovables no convencionales (solar y eólica), según el Ministerio de Energía y Minas.

Políticas para la gestión digital de la energía

Fragale indica que primordial que el sector privado y público trabajen en conjunto para contribuir con el objetivo de desarrollo sostenible, planteado en el Acuerdo de París (ODS 7 – Energía Asequible y No Contaminante), de lograr la transición energética promoviendo las energías limpias al 2030.

Además, indica que ambos sectores deben estar alineados con políticas que permitan la eliminación de barreras regulatorias para un mayor incremento de energías renovables no convencionales en la matriz energética, incentivar la electrificación del transporte público para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y promover el despliegue de medición inteligente (digitalización).

En cuanto a los trámites de licitación de nuevas redes de transmisión en el país a cargo de Proinversion, Fragale menciona que un sistema de licitación con reglas más ágiles permitiría acelerar los procesos y las inversiones, de manera que se elimine el riesgo de que las inversiones en energías renovables se detengan.

Además, indica que acelerar la transición energética incrementará el número de nuevos puestos de trabajo en el país y mejorará la competitividad del Perú ante inversionistas internacionales.

“El mercado internacional siempre está en búsqueda de países con políticas muy claras de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero para entablar acuerdos comerciales con organizaciones regionales, como la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, la Unión Europea o la Alianza del Pacífico, que se enfocan en políticas de descarbonización”, puntualiza.