Comprar algo por internet en la mañana y recibirlo en tu casa antes del anochecer ya no suena tan futurista.

De hecho, en muchas ciudades del mundo, es una realidad cotidiana. Pero al aterrizar esa promesa en América Latina, surge una pregunta inevitable: ¿estamos preparados para ofrecer entregas el mismo día de forma masiva y sostenible?

La respuesta no es sencilla. Aunque el ecommerce ha crecido con fuerza en la región y los consumidores exigen más rapidez, la infraestructura logística todavía enfrenta barreras importantes. Escalar un modelo de Same Day Delivery con garantías no es tarea fácil.

Desde Drivin —empresa que ofrece software especializado en la gestión del transporte— comparten un análisis detallado sobre los retos y oportunidades del Same Day Delivery en América Latina. Una promesa logística que, aunque ya es realidad en algunos mercados, todavía tropieza con desafíos estructurales.

¿Qué es el Same Day Delivery y por qué es tan relevante?

Se trata de una modalidad de entrega en la que el cliente recibe su compra el mismo día en que la realiza, siempre que cumpla ciertos cortes horarios. La idea responde a un consumidor más impaciente, más digital y más exigente. Uno que valora la inmediatez tanto como el producto.

Y no es solo una cuestión de experiencia. La velocidad de entrega puede definir una venta. Muchas marcas que compiten en ecommerce ven en este servicio una ventaja decisiva para fidelizar y destacar en mercados cada vez más saturados.

El desafío en América Latina

México, Brasil, Colombia y Chile encabezan el crecimiento del comercio electrónico en la región. Sin embargo, la adopción masiva del Same Day Delivery aún enfrenta limitaciones claras:

• Infraestructura urbana desigual
• Congestión vehicular severa
• Cobertura logística limitada fuera de las capitales
• Escasa integración tecnológica entre canales

Aun así, no todo son obstáculos. La región cuenta con ventajas: alta concentración urbana, avances en digitalización logística y un ecosistema creciente de startups y operadores que reinventan la última milla.

¿Cómo se está haciendo realidad?

1. Centros de distribución urbanos y dark stores

Estos espacios acercan productos clave a zonas de alta demanda. Su ubicación estratégica y su enfoque exclusivo en ecommerce permiten una operación más ágil, con tiempos mínimos de preparación y sin traslados desde almacenes periféricos.

2. Plataformas tecnológicas de planificación y trazabilidad

TMS y software de ruteo optimizan rutas en segundos. Consideran tráfico, restricciones vehiculares y ventanas de entrega. Integrados con GPS y sistemas de notificación, también mantienen al cliente informado en tiempo real.

3. Alianzas con operadores de última milla

Tercerizar esta etapa clave permite escalar cobertura sin absorber todos los costos. Estos aliados conocen el terreno, operan con flexibilidad y emplean tecnología diseñada para entregas rápidas.

4. Integración omnicanal y stock distribuido

Un sistema que conecta inventarios de tiendas físicas, bodegas y centros de distribución permite despachar desde el punto más cercano al cliente. Esto reduce los tiempos, optimiza existencias y baja los costos logísticos.

Casos que marcan el camino

• Cornershop, nacida en Chile y hoy parte de Uber, entrega productos de supermercados y tiendas en pocas horas, gracias a su integración con grandes cadenas retail.
• Rappi, la app colombiana, comenzó con comida y ahora entrega desde medicamentos hasta tecnología en menos de 60 minutos. Su red de riders por zonas clave es la base de su eficiencia.
• Mercado Libre invierte millones en centros de distribución y soluciones de última milla. Su servicio «Envíos Flex» permite entregas el mismo día en Lima, Buenos Aires, São Paulo o Ciudad de México.
• Falabella, con una estrategia omnicanal, habilita entregas en el mismo día desde tiendas físicas, gracias a su red logística propia y su sistema de stock compartido.

Estos casos prueban que el modelo es viable. Pero más allá de eso, muestran un cambio de mentalidad: el cliente está al centro, y la logística, lejos de ser solo un soporte, se convierte en ventaja competitiva.

¿Promesa o realidad?

El Same Day Delivery es una promesa cumplida en varios escenarios, pero aún no es el estándar en América Latina. Las empresas que lo implementan deben comprender que no se trata solo de entregar rápido. Implica rediseñar procesos, integrar tecnología, repensar estructuras. Y, por encima de todo, poner al cliente en el centro de toda la operación.