Liderazgo femenino: Resiliencia y agilidad en la logística moderna
diciembre 30, 2025
Escrito por: Redacción Logística 360
El liderazgo femenino impulsa resiliencia, innovación y agilidad en la logística peruana, combinando empatía, estrategia y gestión colaborativa para enfrentar un sector cada vez más dinámico y competitivo.

En un sector históricamente asociado a los hombres, las mujeres están reformulando la manera de liderar en la cadena logística moderna. La logística —o supply chain, entendida como la red que articula producción, almacenamiento, transporte y entrega— exige hoy respuestas rápidas, colaboración constante y una cultura organizacional capaz de adaptarse a escenarios cambiantes. En ese contexto, el liderazgo femenino se posiciona como un factor clave para fortalecer la resiliencia y acelerar la agilidad empresarial.
De acuerdo con el informe Diversity Matters de la consultora McKinsey & Company, las empresas con mayor diversidad de género tienen 39 % más probabilidades de superar a sus competidores en rendimiento financiero. Extrapolado al sector logístico, este dato explica por qué cada vez más organizaciones impulsan la participación de mujeres en roles operativos y estratégicos.
Desde su experiencia, Allison Fajardo Vásquez, líder Comercial en AVM Logistics, y Katia Lavalle Paredes, jefe de Compras en AC Corporativo del Perú, coinciden en que la resiliencia, la empatía y la visión estratégica que caracterizan a muchas mujeres están redefiniendo la agilidad organizacional en el país.
La resiliencia como eje del liderazgo femenino
Para Allison Fajardo, la resiliencia no es una cualidad aislada, sino un modelo de acción que marca la diferencia en la operación logística. El liderazgo femenino, señala, se distingue por su capacidad de anticipación y por convertir la incertidumbre en oportunidad.
“La resiliencia implica aceptar los cambios, adaptarse a ellos y salir fortalecidos, con el compromiso de ser mejores. Es un trabajo constante de autoconocimiento que te recuerda que puedes afrontar cualquier reto, incluso cuando la presión parece mayor que la capacidad”, afirma.

Katia Lavalle coincide y destaca que esta combinación de sensibilidad y pragmatismo permite gestionar equipos en entornos complejos. “La agilidad organizacional se forma con un liderazgo que escucha, observa los puntos críticos y se atreve a cambiar sin temor a equivocarse. Convertir la incertidumbre en acción estratégica permite resolver lo urgente sin descuidar lo importante”, indica.
Agilidad organizacional y enfoque humano
La agilidad organizacional exige rapidez de decisión, capacidad de reconfigurar recursos y una cultura que acepte el aprendizaje continuo. Lavalle subraya la importancia de la escucha activa para detectar cuellos de botella antes de que se conviertan en crisis.
“La agilidad se construye con un liderazgo que se atreve a cambiar”, sostiene, y añade que muchas mujeres integran sensibilidad con firmeza operativa. Fajardo refuerza esta idea: “Las decisiones logísticas no solo deben ser técnicas; deben considerar el factor humano. Un equipo con respaldo humano sostiene operaciones críticas sin perder eficiencia”.
Equilibrio personal y habilidades transferibles
Ambas especialistas destacan que la necesidad de equilibrar vida personal y profesional fortalece habilidades clave para la gestión logística: organización, priorización y toma de decisiones bajo presión.
“Gestionar varios roles te obliga a priorizar sin perder humanidad. Esa combinación te convierte en un mejor líder”, señala Fajardo. Lavalle añade que esta experiencia permite detectar señales tempranas de tensión en los equipos y actuar de manera preventiva, reduciendo errores y manteniendo la estabilidad operativa.

Comunicación, colaboración y diversidad
La escucha activa, la comunicación clara y la gestión emocional son rasgos que distinguen el estilo de muchas líderes femeninas. Según Lavalle, estos atributos aceleran la resolución de problemas y fortalecen la confianza. “Cuando hay confianza, la empresa se mueve más rápido y con menos resistencia”, afirma.
Fajardo agrega que el trabajo colaborativo impulsa equipos más creativos y proactivos. Además, ambas coinciden en que la diversidad en la toma de decisiones permite anticipar fallas y diseñar soluciones más robustas. “Integrar miradas distintas ayuda a ver oportunidades donde antes solo había problemas”, resume Lavalle.
Barreras y oportunidades pendientes
Según una encuesta de Michael Page, aunque las mujeres representan entre el 20 % y 30 % de la fuerza laboral logística en el Perú, solo un 13 % ocupa cargos directivos. Las especialistas reconocen barreras como sesgos, menor visibilidad y presión adicional por demostrar capacidades.
“Debemos seguir abriendo espacios para que más mujeres lleguen a puestos estratégicos”, señala Lavalle. Fajardo concluye: “La logística moderna exige resiliencia, innovación y humanidad. Las mujeres estamos preparadas para ese reto, pero necesitamos oportunidades para demostrarlo”.
El liderazgo femenino en la logística peruana va más allá de la equidad: es una estrategia que fortalece cadenas más ágiles, resilientes y orientadas a un rendimiento sostenible frente a los desafíos del siglo XXI.
Lee el artículo completo en la nueva edición de Logística 360 Perú, págs. 70-72: https://logistica360.pe/nuestras-ediciones/
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