En un hecho histórico para el sector agrícola peruano, las exportaciones de cacao y café han registrado un crecimiento significativo entre 2023 y 2024. 

El valor de las exportaciones de cacao se incrementó en casi un 200%, mientras que las de café crecieron en un 33%, alcanzando conjuntamente una cifra cercana a los 2,400 millones de dólares. Este monto supera incluso las exportaciones del llamado «oro azul», los arándanos, un rubro destacado en la economía nacional.

A diferencia de los arándanos, que se producen en grandes plantaciones costeras con tecnología avanzada y recursos de primer nivel, el café y el cacao peruanos representan cadenas de valor altamente inclusivas.

Más de 300,000 pequeños productores independientes cultivan aproximadamente 690,000 hectáreas en la Amazonía, enfrentando retos significativos como la falta de asistencia técnica, tecnología adecuada, gestión eficiente y financiamiento.

Este logro adquiere mayor relevancia al considerar que el 90% del valor del precio internacional es percibido directamente por los productores, gracias a la competencia entre más de 400 empresas exportadoras. Esta situación garantiza que el beneficio de los altos precios internacionales impacte directamente en los pequeños agricultores.

El rol de los programas de desarrollo alternativo

El éxito del café y el cacao también se atribuye a su inclusión en el portafolio de inversiones de los programas de desarrollo alternativo implementados por DEVIDA, USAID, la Unión Europea, GIZ y otros cooperantes internacionales desde hace más de 25 años. Estos programas han sido fundamentales para integrar a agricultores que abandonaron cultivos ilegales, como la coca, y apostaron por productos con un alto potencial en el mercado internacional.

Aunque los resultados son alentadores, persisten grandes retos para consolidar y expandir el éxito de estas cadenas de valor, indicó José Yturrios, director de  la consultora Recursos- División de Agricultura Sostenible y Cambio Climático: «Es crucial inyectar tecnología en la producción de café y cacao para reducir costos, aumentar la productividad y mitigar la presión sobre los bosques, reduciendo la deforestación. Asimismo, es esencial incorporar a los pequeños productores en iniciativas de financiamiento climático, una área actualmente desatendida en estas cadenas».