Exigencias normativas que agilicen las operaciones logísticas de comercio exterior y nuevas tendencias digitales como el e-commerce, el blockchain y una mejora de la relación entre el sector público y privado.

Situación actual

Para Irma Augusto, consultora en aduanas y comercio exterior, el sistema aduanero en el Perú se encuentra en franco robustecimiento. La pandemia aceleró la digitalización que ya venía trabajando la Administración Aduanera con el Programa FAST, lo que trajo consigo modificaciones en las normas legales, procedimientos generales y específicos, así como, el impulso de los registros a través del portal del operador de comercio exterior – OCE de la SUNAT (solicitudes, autorizaciones, cumplimiento de requerimientos), las transmisiones electrónicas de los actos de ingreso y salida de mercancías del país, la digitalización de documentos, el uso de la MPV, reconocimiento físico remoto, el Estudio de Tiempos de Despacho – ETD Perú 2023, entre otros.

“Tal es así que ahora, estamos atravesando el difundido programa Fronteras Smart, que mediante el aprovechamiento de la inteligencia artificial y transformación digital busca la modernización de los sistemas de control de la administración aduanera, a fin de hacerlos menos intrusivos, más eficientes y seguros”, explica Irma Augusto.

Gestión del riesgo

Al margen de lo sugerente que este programa resulta ser, la especialista advierte que los usuarios aduaneros son conscientes que, a nivel país, aún falta un vasto camino por andar, que logre ponderar la facilitación del comercio y el control aduanero (o reducir, considerablemente, las brechas existentes entre ambos), apostando por una estratégica gestión del riesgo que traiga consigo:

• Acciones de control ordinario (reconocimiento físico de mercancías).

• Acciones de control extraordinario (ACE).

• Medidas preventivas (inmovilizaciones, incautaciones).

• Programas de auditoría de fiscalización posterior, al focalizarse en actividades de alto riesgo; lo que no necesariamente viene ocurriendo hoy en día y cuyos resultados impactan directamente en los importadores y exportadores.

Capacitación permanente

Para lograrlo, Irma Augusto considera que por el lado de la administración aduanera, ésta debe continuar apostando por la capacitación permanente de sus funcionarios (especialistas, oficiales) en el conocimiento de la naturaleza especial de las mercancías que ingresan o salen del país que son sometidas al control aduanero en ejercicio de la potestad aduanera, de la logística del comercio exterior, de la operatividad de los actores que constituyen los eslabones de la cadena logística, de los contratos de transporte internacional de mercancías (vía marítima, aérea, terrestre, multimodal), de los documentos que sustentan dichos contratos (conocimientos de embarque, guías aéreas, cartas porte), crédito documentario, medios de pago, trazabilidad de la seguridad de la carga, entre otros, con la finalidad de agilizar el despacho y reducir costos de transacción, en beneficio de los operadores de comercio exterior, operadores intervinientes y terceros.

La experta en aduanas y comercio exterior, Irma Augusto añade que resulta necesario la uniformización de criterios entre los funcionarios de las aduanas operativas con la consecuente predictibilidad y razonabilidad de sus pronunciamientos; la desmesurada formalidad no debe superponerse a la simplificación, cumplimiento de los fines ni al interés público.

Tecnología digital

“También es necesario que la administración aduanera optimice su sistema, página web y portal del OCE para evitar caídas, encolamientos, demoras, entre otros, que ralentizan el despacho, en detrimento de los usuarios aduaneros, quienes muchas veces tenemos que presentar expedientes de suspensión de plazos, de aplicación de principio de causalidad y supuestos no sancionables, cuando nos encontramos en plena operatividad aduanera (fluida y dinámica), con el consecuente incremento de costos de coordinación, horas hombre, entre otros”, afirma.

Por nuestro lado, en calidad de operadores de comercio exterior: transportistas, almacenes aduaneros, agentes de aduanas, agentes de carga internacional, empresas de servicio de entrega rápida (courier), operadores intervinientes o terceros, corresponde ajustar nuestro accionar a conductas éticas, seguras, confiables e íntegras en el marco de la legalidad, que fomenten la competencia leal, cumpliendo así, nuestras obligaciones y responsabilidades aduaneras; y, previniendo infracciones y sanciones, las mismas que impactan directamente en nuestros negocios y en los grupos humanos que los conforman.

“Para consolidar nuestro sistema aduanero, resulta imprescindible que el sector público y privado trabajemos juntos en la construcción, mantenimiento y fomento de una cultura aduanera que nos beneficie a todos”, resalta Irma Augusto, consultora en aduanas y comercio exterior.

Por su parte, Alberto Lei Santa Gadea, Gerente general de la Asociación Peruana de Agentes de Carga Internacional (APACIT), manifiesta que tenemos una aduana con un buen sistema de gestión y obtención de información oportuna y anticipada; con un buen sistema de gestión de riesgos y con plazos de respuesta que la convierten en una de las referentes en el ámbito sudamericano.

“La aduana peruana destaca en los rubros de orientación de procesos, transparencia y efectividad, así como por implementar las mejores prácticas mundiales en materia de facilitación y seguridad del comercio exterior; al igual que en los sistemas informáticos, que permiten el procesamiento electrónico adecuado de todos los procesos”, subraya Alberto Santa Gadea, gerente general de APACIT.

En ese sentido, explica que la aduana implementó desde el 2014 hasta finales del 2019; un nuevo sistema o plataforma digital de transmisión de datos mucho más ágil y segura para la reserva de la información, llamada SDA.

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