El incidente del Canal de Suez
diciembre 31, 2024
Escrito por: Redacción Logística 360
El Canal de Suez, operativo desde 1869, conecta el Mediterráneo con el mar Rojo, gestionando el 14 % de la carga global, incluyendo un millón de barriles de petróleo y el 8 % del gas natural licuado diariamente.
Escrito por: Ing. Alexander Eslava, Consultor Portuario – Especialista en Logística Internacional.
Con un tráfico anual de 19,000 buques en 2020, su importancia estratégica lo convierte en un punto crítico para el comercio mundial. Incidentes como el bloqueo del Ever Given en 2021 generaron pérdidas diarias de US$ 9.000 millones para el comercio global y US$ 14 millones para el canal.
El Ever Given
Construido en 2018 por Imabari Shipbuilding (Japón) y Evergreen Marine Corporation (Taiwán), es un megabuque portacontenedores de clase dorada, gestionado por Bernhard Schulte Shipmanagement, operado por Evergreen Line y abanderado en Panamá. Con 400 metros de eslora, 58,8 metros de manga y un peso bruto de 220.940 toneladas, tiene capacidad para transportar 20.124 TEUs. Su motor diésel de baja velocidad y 11 cilindros genera 59,3 MW, permitiendo una velocidad máxima de 22,8 nudos. Durante el incidente en el Canal de Suez, transportaba 18.300 contenedores con una tripulación de 25 marinos de nacionalidad india.
El Canal
El Canal de Suez, con 193,3 kilómetros de longitud y 28 metros de profundidad, cuenta con un punto máximo de ancho de 133 metros en el Gran Lago Amargo. La Autoridad del Canal de Suez (ACS) regula las dimensiones de los buques permitidos, exigiendo autorización para aquellos con más de 400 metros de eslora. Aunque no existen restricciones de longitud, buques como el Ever Given, con 399,9 metros de eslora y capacidad para 20.124 contenedores, deben operar con precisión para mantener su estabilidad dentro de los límites del canal, complicando el proceso de rescate en caso de encallamiento. El Canal de Suez es un nodo crítico para el transporte marítimo internacional, y cualquier bloqueo afecta significativamente las principales rutas globales. Las desviaciones hacia rutas alternativas, como el Cabo de Buena Esperanza, incrementan las distancias entre 4.000 y 6.000 millas náuticas, elevando los costos de transporte en un 4-5 %. Este impacto es más pronunciado en Europa, que concentra el 23 % del comercio marítimo global, generando aumentos de hasta un 10 % en el costo por contenedor transportado. Estos efectos resaltan la importancia estratégica del canal y los riesgos asociados a interrupciones en su operación.
El Incidente
El megabuque Ever Given, con un calado de 15,7 m y transportando 18.300 contenedores, encalló el 23 de marzo de 2021 en el Canal de Suez durante una tormenta de arena con vientos de hasta 74 km/h. La Autoridad del Canal de Suez (ACS) había asignado dos pilotos locales para guiar al buque, pero los fuertes vientos, combinados con un canal estrecho y el tamaño del buque (400 m de eslora), provocaron su desviación y encallamiento en el tramo más angosto del canal, bloqueando todo el tráfico marítimo. El incidente, que paralizó el canal durante seis días, generó graves interrupciones en la cadena global de suministro, obligando a cientos de buques a retrasar o desviar sus rutas hacia el Cabo de Buena Esperanza. Aunque la ACS negó que sus pilotos fueran responsables, atribuyendo la causa a factores climáticos y potenciales errores técnicos o humanos, la falta de sistemas de monitoreo meteorológico quedó en evidencia.
El rescate del Ever Given involucró dragado, remolcadores y un equipo de salvamento, logrando reflotarlo el 29 de marzo. Este evento subrayó la vulnerabilidad del transporte marítimo global ante bloqueos en nodos críticos como el Canal de Suez, generando impactos económicos prolongados para la logística internacional.
Condiciones Meteorológicas
Durante su tránsito por el Canal de Suez, el Ever Given enfrentó una tormenta de arena con vientos superiores a 10 m/s, que redujeron la visibilidad y generaron fuerzas laterales significativas. Estas condiciones, comunes en la región, se agravaron por la gran superficie eólica del buque (hasta 20,000 m²), que excede la relación entre las áreas sobre y bajo el agua, alcanzando 3:2 en megabuques. Esto afecta severamente la gobernabilidad en zonas de aguas confinadas.
El incidente ocurrió en un tramo recto del canal con 24 metros de profundidad y 225 metros de ancho efectivo. Pese a los intentos de corrección, el ángulo del timón del Ever Given alcanzó 35°, insuficiente para contrarrestar el efecto del viento, lo que llevó al encallamiento con una desviación de 40°. Estudios forenses concluyen que la combinación de fuerzas hidrodinámicas y vientos cargados de partículas de polvo imposibilitó el control del buque, cuyo comportamiento se tornó impredecible.
El informe señala que la prevención de estos incidentes requiere sistemas avanzados de monitoreo meteorológico y la prohibición de entrada al canal bajo condiciones extremas. Dado el aumento de megabuques en operación, eventos similares pueden repetirse en otras zonas de aguas confinadas con características similares.
La ACS atribuyó el incidente al exceso de velocidad, mientras que aseguradoras señalaron que los pilotos locales controlaban el convoy. Tras ser retenido para investigación, el Ever Given fue liberado el 7 de julio de 2021 y, tras reparaciones, retomó operaciones. El caso subraya la necesidad de sistemas avanzados de monitoreo y mejores protocolos para prevenir incidentes similares en el futuro.
Lee la columna en la edición 52 de Logística 360, pág. 86-87: https://logistica360.pe/nuestras-ediciones/