Las Zonas Económicas Especiales (ZEE) promueven la inversión extranjera, generan empleos e impulsan el comercio exterior, por lo que resulta necesaria su pronta creación en el megapuerto de Chancay, afirmó el segundo vicepresidente de la Asociación de Exportadores (ADEX), Rafael del Campo Quintana, durante el foro «Perú-Brasil 2024: Hacia una integración estratégica».

«Este megapuerto ofrece a Brasil una puerta de acceso única al océano Pacífico, especialmente al gran mercado asiático. No podemos esperar a que firme un Tratado de Libre Comercio (TLC) con China, debemos pensar en las ZEE como un motor para crear industria, generar tecnología y reducir la informalidad», señaló.

La balanza comercial entre ambos países a octubre de este año fue deficitaria para el Perú por US$ 1,282 millones, pues las importaciones sumaron US$ 2 mil 674 millones y las exportaciones US$ 1,392 millones.

Según el representante gremial, esta realidad debe verse como una oportunidad a fin de desarrollar iniciativas que conecten ambos países, facilitando el ingreso de empresas brasileñas al territorio peruano, poniendo en valor áreas clave como la selva amazónica.

«Imaginemos un escenario donde estas zonas actúan como un puente directo entre las cadenas productivas de Brasil y Perú, optimizando costos y tiempos en la exportación e importación de bienes. Esto nos permitiría no solo competir, sino liderar en los mercados internacionales», enfatizó Del Campo Quintana.

Como se recuerda, el presidente de ADEX, Julio Pérez Alván, consideró al megapuerto de Chancay como un punto de inflexión para el país, resaltando su autonomía y potencial para generar empleos. En esa línea, expresó la necesidad de desarrollar más zonas económicas especiales.

«Con incentivos fiscales se podrá atraer inversión y crear trabajo fuera del puerto. Estas zonas, junto con propuestas como el parque industrial de Ancón y el Callao, pueden convertir a la región en un centro tecnológico e industrial», apuntó.

Exportaciones

Entre enero y octubre del 2024, las exportaciones no tradicionales –aquellas que crean mayores puestos de trabajo– ascendieron a US$ 523 millones 896 mil, evidenciando un alza de 13.3% en comparación al mismo periodo del año anterior (US$ 462 millones 349 mil). El producto más destacado fue el fosfato de calcio natural (US$ 111 millones 718 mil), cuya demanda se redujo en 8.1%.

Las antracitas (US$ 26 millones 256 mil), barras de hierro (US$ 23 millones 682 mil), t-shirts de algodón (US$ 20 millones 055 mil) y aceitunas (US$ 17 millones 998 mil) completaron el top five.

En cuanto a las exportaciones tradicionales, estas representaron el 62.4% del total. Destacó el sector minero con envíos por US$ 591 millones 646 mil, experimentando un aumento de 7.9% frente al mismo periodo del 2023.