El camino hacia una cadena productiva sin desperdicios

enero 13, 2021

Escrito por: Jorge Choque

Los mercados en los cuales se mueve la fruta son cada día más exigentes en temas de calidad, precio y formas de producción. Sumado a esto, el mundo se encuentra en un proceso de gran desgaste de recursos naturales. Por lo tanto, es importante adoptar tecnologías de producción que permitan el monitoreo y control de

Los mercados en los cuales se mueve la fruta son cada día más exigentes en temas de calidad, precio y formas de producción. Sumado a esto, el mundo se encuentra en un proceso de gran desgaste de recursos naturales. Por lo tanto, es importante adoptar tecnologías de producción que permitan el monitoreo y control de algunas variables para avanzar hacia la sustentabilidad de los sistemas.

Por otro lado, y no menos importante, el desperdicio de alimentos y desechos emiten alrededor de 4,4 giga toneladas equivalentes de CO2 al año, lo que significa una huella de carbono de más del 8% de las emisiones globales de efecto invernadero. Asimismo, el desperdicio de recursos económicos llega aproximadamente a los 800 billones de pesos (CLP).

La telemetría para la agricultura de precisión es una alternativa para reducir el desperdicio de alimentos, ya que permite hacer un seguimiento de los procesos y generar data a largo plazo para un posterior análisis. Este tipo de tecnologías funcionan a través de sensores y detectores encargados de proporcionar las señales eléctricas para la medición remota de distintos tipos de equipos de medición, sean analógicos o digitales, haciendo posible la disponibilidad total de todas sus variables de medición y control las 24 horas del día y los 365 días del año. Estos sistemas permiten realizar estudios para la toma de decisiones, planificar proyectos o tareas de mejoramiento en los procesos con lo cual se puede reducir el impacto en el medio ambiente y reducir los costos de producción.

Se podría decir que a nivel de campo hay cuatro variables importantes, necesarias y muy útiles de manejar por medio de tecnologías con telemetría: el clima, el gasto energético, el agua (y por lo tanto el riego) y la fertilización/fumigación y con ellas la nutrición/ manejo de las enfermedades. Algunas de las tecnologías más conocidas son las estaciones meteorológicas, el control y monitoreo de riego, las sondas de humedad de suelo, tractores automáticos y la teledetección por medio de imágenes aéreas.

Se sabe que ya muchas empresas agrícolas han decidido invertir en tecnologías de telemetría en riego, aunque sean un tanto caras, dado que su aplicación se traduce en un retorno a la inversión entre 1-3 años, generado por el aumento en la producción de al menos un 10% con el uso de sensores de humedad de suelo, un 20% ahorro en energía y un 10% de ahorro en mano de obra por liberación de tiempo, según indica Tomás Vicente, Gerente Comercial de WiseConn.

Por su lado, las estaciones meteorológicas son una excelente alternativa para realizar monitoreo y predicción de heladas y altas temperaturas, lo que permite tomar las medidas necesarias a tiempo para salvaguardar al máximo la producción.

Las imágenes satelitales, por su parte, permiten identificar la intensidad de la radiación de ciertas bandas del espectro electromagnético, con lo cual se puede calcular el NDVI (Índice de vegetación de diferencia normalizada), usado para estimar la cantidad, calidad y desarrollo de la vegetación, lo cual es necesario para estimar la producción y determinar a tiempo si existen deficiencias de nutrición o enfermedades en las plantas.

Según Juan Pablo del Pedregal, gerente de la consultora Dinámica Ambiental, las plantas absorben radiación solar en la región espectral de radiación fotosintética activa, la cual es usada como fuente de energía en el proceso de fotosíntesis. Las células vegetales han evolucionado para dispersar la radiación solar en la región espectral del infrarrojo cercano, la cual lleva aproximadamente la mitad del total de la energía solar. Estas reflexiones espectrales son en sí cocientes de la radiación reflejada sobre la radiación entrante en cada banda espectral individual; por tanto, éstos toman valores entre un rango de 0,0 a 1,0. Se ha podido probar que el NDVI está directamente relacionado con la capacidad fotosintética y, por tanto, con la absorción de energía por la cobertura arbórea.

Además del  NDVI existen otros índices de vegetación que también funcionan como estimadores de cambios de diferentes tipos de cobertura vegetal. Entre ellos se encuentran el  Índice de Estrés Hídrico (MSI), el  Índice de Vegetación Ajustado al Suelo (SAVI) o el Índice de Vegetación Mejorado (EVI).

Con el vuelo de un dron sobre un campo productivo, se puede detectar si el suelo no tiene suficientes nutrientes, o si los cultivos tienen exceso o defecto de riego, lo que permite alertar al productor y crear un informe completo sobre las necesidades específicas de dicho campo, dice Juan Pablo.

Por lo tanto, estas imágenes aéreas y los índices de sus análisis ayudan a los agricultores a ver falencias que pueden no ser capaces de advertirse con regularidad, especialmente si tienen grandes extensiones de cultivos. Esto supone una reducción de los costos y un avance en la calidad de la producción y ejecución de las labores por parte del agricultor.

En general, la aplicación de estas tecnologías con telemetría tiene un costo alto, pero se ha comprobado que los productores recuperan su inversión y rentabilizan lo invertido, ya que logran optimizar el uso de los recursos disponibles para obtener los frutos esperados.

Sin duda estas soluciones ayudan a cuidar y proteger recursos esenciales, como el agua y la energía, y además disminuye los costos de emergencias o mantenimiento gracias al monitoreo y seguimiento de los sistemas. Asimismo, permite el ahorro de tranportes si es que los puntos críticos de medición se encuentran en zonas lejanas, difícil acceso o difíciles de captar.

A medida que las empresas agrícolas crean ambientes tecnológicos que combinan sensores, drones y otros equipos de precisión a distancia, de la mano de la automatización y la conectividad, los agricultores tomarán decisiones de producción más inteligentes, aumentando los rendimientos de las cosechas y haciendo que los huertos sean más eficientes.

Los avances en telemetría seguirán creciendo y con ello se reducirá el desperdicio de alimentos, ya que se tendrán datos muy específicos de las necesidades de cada cultivo. Esto supondrá no sólo una reducción de desechos, sino también una mejora en la cadena de producción y ejecución, ya que se garantizará una cantidad de producción óptima y calidad del producto final que requiere el consumidor.

Fuente: MundoAgro

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