Por: Carlos Abraham Camero Alvarez

Quienes estamos inmersos en el Supply Chain sabemos de la importancia de la cadena de valor de Michael Porter, que entre otros conceptos nos plantea el análisis estratégico de identificar las actividades, las funciones y procesos de una empresa por separado, al diseñar, producir, comercializar y fortalecer un producto o servicio.

Sabemos que la cadena se inicia con la planificación de ventas que generará los planes de suministros, producción de nuestros proveedores, producción interna, despachos y distribución hasta llegar al usuario final. Antes habiendo pasado por desarrollo de productos y marketing.

El comprador tiene una gran oportunidad de agregar valor en la actividades que realiza, hoy la competencia es voraz, la estandarización de partes, negociaciones a largo plazo, condiciones de compra con financiaciones beneficiosas, hacen que esta gestión tenga la gran oportunidad de generar menores costos, que pueden finalmente marcar la diferenciación en el costo total, por ello es importante que el comprador conozca el proceso completo, la cadena de valor de su empresa y tener una visión total de su negocio que le permita una gestión por demás eficiente. 

Una cadena será más fuerte en la medida que ninguno de sus eslabones se rompa, y allí el comprador debe ser ese eslabón fuerte que genera eficiencias que impactan finalmente en el negocio, con ventajas competitivas. Hoy en día la tecnología nos brinda muchas herramientas para desarrollar estas funciones con mayor facilidad.