Los despachos de joyería peruana al exterior llegaron a 96,7 millones de dólares durante 2023, lo que implicó un incremento de 8,6% respecto al año anterior, informó la Asociación de Exportadores (ADEX).

En esta cifra destacaron los envíos de joyas de oro, que alcanzaron una variación positiva de 23,6%, gracias a una modificación en la ley del Impuesto General de las Ventas (IGV), que entró en vigencia en noviembre del año pasado, comentó la presidenta del Comité de Joyería y Orfebrería de ADEX, Rocío Mantilla.

La representante sostuvo que esta modificación «está dando los resultados esperados», ya que facilitó la venta en el país de ese metal precioso, usado en la fabricación de gran variedad de joyas.

ADEX agregó que el comportamiento del sector joyería en los últimos años «tuvo sus altas y bajas», ya que en 2018 los despachos cerraron en 127,79 millones de dólares, en 2019 fueron de 116,8 millones de dólares, en 2020 bajaron a 71,2 millones de dólares, en 2021 ascendieron a 118,1 millones de dólares y en 2022 bajaron nuevamente a poco más de 89 millones de dólares.

Según cifras de la Gerencia de Manufactura de ADEX, la principal partida exportada de este sector en 2023 fueron los artículos de joyería de «los demás metales preciosos» (joyas de oro), con 69,44 millones de dólares, que concentraron el 88,7% del total de las ventas y alcanzaron un crecimiento de 23,6%.

Sin embargo, cerraron en rojo las ventas de artículos de joyería de plata, incluso revestida o chapada en otro metal, que sufrieron un descenso de 52,1%, y las demás bisuterías, con un descenso de 30,9%.

Los principales mercados para la joyería peruana durante el año pasado fueron Estados Unidos, con un alza de 10,6% y una concentración del 88,4% del total, seguido por España, que experimentó un incremento de 208%, y por Chile, México, Canadá, Ecuador, Colombia, Argentina, Panamá y El Salvador.

El gremio exportador peruano señaló que la joyería «es una actividad con gran potencial» que se desarrolla en varias regiones del país, principalmente en Lima y en las norteñas de Cajamarca y Piura.