La última milla se divide ante las soluciones para afrontar las zonas de bajas emisiones

octubre 27, 2023

Escrito por: Redacción Logística 360

Tanto cargadores como distribuidores han coincidido en que, sea cual sea las medidas que se adopten finalmente, deben redundar en la descongestión de la última milla, así como de las carreteras y las vías públicas.

La puesta en marcha de las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE) en ciudades como Madrid continúa provocando cismas en el transporte de mercancías de última milla. Cargadores y operadores han escenificado hoy la división que se empieza a apreciar en los distintos colectivos, dependiendo del sector al que pertenezcan, durante el Global Mobility Call 2023 que se está celebrando en Ifema (Madrid). Mientras el sector retail y de paquetería sugiere explotar al máximo los lockers y los puntos de recogida de conveniencia cerca de los domicilios de los consumidores, el gran consumo y el canal horeca argumentan que ese tipo de soluciones no encaja con la naturaleza de su mercancía.

“Los lockers, los puntos de conveniencia, dar una segunda vida a los espacios que no se utilizan… Incluso plantearnos el uso del metro nocturno, al menos como medio para entregar paquetería. Hay que aprovechar los recursos que nos ofrece la DUM”, ha sugerido el director de Transportes de Mango, Paco Fernández. Sin embargo, en el lado de la alimentación, el subdirector de Logística del Grupo Uvesco, Gorka Mitxelena, ha manifestado que la situación es “caótica” para el transporte pesado de última milla. “En la alimentación, manejamos pesos que en una entrega domiciliaria pueden llegar a los 50 kilos. Por tanto, el concepto de locker, a nosotros, no nos sirve”.

La tesis de los microhubs urbanos que las administraciones públicas, y en especial los ayuntamientos, han incorporado recientemente a sus estrategias de movilidad sostenible no tendría, de esta manera, encaje posible en el sector de la alimentación, según han convenido tanto cargadores como operadores logísticos. Todos ellos han coincidido en que no existirá una solución única y que “el futuro será una combinación de modelos diversos”, en palabras del director general de Ontime, Ángel González. “Nosotros, que englobamos tanto distribución de última milla como a supermercados, sabemos bien que no es lo mismo repartir el paquetito que repartir la compra”.

Pero esta situación en la que la distribución urbana de mercancías (DUM) tendrá que convivir con varias estrategias para adaptarse a las ZBE preocupa, especialmente al canal horeca. “La mayor parte de la oferta está en el centro de la ciudad, con lo cual tenemos menos posibilidades de poder descargar la mercancía”, argumenta el director general de Distribución Propia de Mahou San Miguel, Javier Guerrero. Además, dado que en ciudades como Madrid, existe una zona restringida en el Distrito Centro, cuya normativa no aplica al resto, “nos encontramos con que, dependiendo de dónde esté cada restaurante, le afectará una normativa u otra, y no puede ser que exista una regulación distinta ni entre sectores ni entre actores del mismo sector”, ha lamentado Guerrero.

En cualquier caso, tanto cargadores como distribuidores han coincidido en que, sea cual sea las medidas que se adopten finalmente, deben redundar en la descongestión de la última milla, así como de las carreteras y las vías públicas, en un contexto en el que los centros urbanos están peatonalizados y las flotas de vehículos adolecen de homologación y de adaptación lo suficientemente rápida a una normativa que llega antes que la práctica. “La legislación va demasiado deprisa, pero nosotros no sabemos hacia dónde ir y todo ello genera un sobrecoste que ya no es que paguemos nosotros, sino que lo paga el cliente final”, ha explicado Ángel González (Ontime).

En este sentido, según ha reconocido Paco Fernández Bozano (Mango), “la estrategia pasa por electrificar la flota todo lo posible”, pese a que las infraestructuras para garantizar una electrificación de vehículos de reparto aún no está lista. “Llevamos dos años realmente malos tratando de conseguir medios y, en el transporte pesado, tratamos de llegar a acuerdos con ayuntamientos, pero el caos normativo entre administraciones regionales lo hace imposible”, reconoce Gorka Mitxelena (Uvesco). Además, según denuncia Ángel González (Ontime), “actualmente pasa un año desde que consigues el cargador eléctrico hasta que te dan la potencia”.

Frente a todas estas variables, Javier Guerrero (Mahou San Miguel) afirma que “el compromiso de las compañías es claro” y pide una mayor colaboración entre las empresas y la Administración Pública para realizar “un diagnóstico preciso” y determinar cuáles serán los impactos de la puesta en marcha de las medidas. Si bien del lado de los operadores, Ángel González ha ironizado con el tiempo que se pueda llegar a emplear para ello. Y es que, según denuncia, la DUM lleva demasiados años estancada en el mismo punto. “Hay que hacer el diagnóstico, pero si vamos de diagnóstico en diagnóstico, al final terminaremos por morirnos. Por favor, hay que tomar decisiones”, ha concluido.

Fuente: El Mercantil 

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