La logística verde de Amazon y la electromovilidad
octubre 31, 2020
Escrito por: Oscar Hernández
por: Patricia Marañon – Ejecutiva Senior, con sostenida experiencia liderando cadenas de suministro, en empresas multinacionales relacionadas a los sectores de energía, oil&gas, industria y consumo masivo. Promueve la migración de la gestión de la cadena de suministro basada sólo en el costo hacia un enfoque sostenible. Amazon es el distribuidor minorista, en línea, más
por: Patricia Marañon – Ejecutiva Senior, con sostenida experiencia liderando cadenas de suministro, en empresas multinacionales relacionadas a los sectores de energía, oil&gas, industria y consumo masivo. Promueve la migración de la gestión de la cadena de suministro basada sólo en el costo hacia un enfoque sostenible.
Amazon es el distribuidor minorista, en línea, más importante y el top 3 de los retailers[1] mundiales, según el estudio Global Powers of Retailing[2]. ¿Qué ha hecho Amazon para tener tanto éxito? Amazon se ha caracterizado por generar esquemas disruptivos en su cadena de suministro para poder atender las necesidades de sus clientes, para quienes el factor “tiempo en la entrega” es sumamente relevante.
La logística de Amazon se basa en tener estrategias diferenciadas para cada uno de sus procesos logísticos con el objetivo de conseguir eficiencias, bajos costos de operación y un alto nivel de servicio para sus clientes.
Sin embargo; las operaciones de Amazon dejan impactos negativos sobre el medioambiente. La huella de carbono[3] de Amazon está directamente relacionada con sus volúmenes almacenamiento, empaque y transporte. Cuánto más se incrementa el volumen de ventas, mayor será el impacto de su operación sobre el medioambiente.
En el 2019, Amazon lanzó más de 51 millones de toneladas métricas de CO2 al medioambiente, 15 por ciento más en comparación con el año anterior, según su informe de sostenibilidad. Es de esperar que, al finalizar este año, por el crecimiento del e-commerce debido a la pandemia, supere ampliamente la huella de carbono dejada en el 2019.
¿Qué puede hacer Amazon para reducir el impacto negativo de sus operaciones sobre el medioambiente? La logística verde es una alternativa de solución que consiste en “los esfuerzos para medir y minimizar el impacto ambiental de la actividad logística”, según el International Review of Applied Engineering Research, y Amazon ha adoptado esta estrategia para atender sus compromisos de sostenibilidad[4].
En el 2019, Amazon cofundó The Climate Pledge, un compromiso para ser una empresa “cero emisiones netas de carbono” para el año 2040, es decir, 10 años antes de lo establecido en el Acuerdo de París[5].
Para apoyar esta iniciativa, en setiembre del 2019, Amazon creó un fondo de 2 mil millones de dólares para promover el desarrollo de tecnologías que reduzcan los gases de efecto invernadero, enfocadas hacia la innovación en el transporte y la logística, la generación y almacenamiento de energía, el desarrollo de empaques amigables con el medioambiente y la reducción o reutilización de desechos, entre otras iniciativas.
El transporte es un componente importante de las operaciones de Amazon, por lo que las iniciativas relacionadas a optimizar y transformar su red de transporte a través de innovaciones en electrificación, así como las mejoras de eficiencia y métodos de entrega alternativos, son vitales en el camino hacia transformarse en una empresa carbono neutral en el 2040. Esta es la razón por la que Amazon apuesta por la electromovilidad.
En el 2019, Amazon ordenó 100,000 vehículos de reparto eléctrico a Rivian[6], de los cuales 10,000 vehículos nuevos estarán en la carretera a partir de 2022, completando los 100,000 vehículos en el 2030. En otras zonas geográficas donde tiene operaciones, como en la India y Europa, está realizando acciones similares.
En línea con esto, Amazon ha encargado a Mercedes Benz Vans más de 1.800 furgonetas eléctricas, que comenzarán a realizar entregas a sus clientes este mismo año, y con los que pretende extender la electrificación a su proceso de la “última milla”[7], de acuerdo con una publicación reciente de América Retail.
Pero Amazon no es el único, Walmart, su principal competidor, también ha expresado su compromiso por ser una empresa carbono neutral en el 2040, promoviendo la electromovilidad en sus operaciones logísticas, como parte de su estrategia de logística verde.
No puedo dejar de preguntarme, si las empresas de transporte en Perú están pensando en migrar hacia la electromovilidad ¿Qué incentivos podrían tener para convertirse en empresas carbono neutrales?
En primer lugar, un ancla importante, es el compromiso que tienen sus clientes hacia el cumplimiento de los objetivos de desarrollo sostenible[8]. Por ejemplo, si una empresa de retail, un supermercado o una tienda por departamentos, promueve el cuidado del medioambiente como parte de sus políticas de sostenibilidad, exigirá que sus proveedores de servicios logísticos contribuyan a la reducción de su huella de carbono.
De la misma forma, si una empresa exportadora dirige sus productos hacia el mercado europeo, por ejemplo, donde se valora consumir productos con cadenas de suministro carbono neutral, es de esperar que esta empresa exija que sus proveedores de servicios de transporte utilicen energías limpias.
En segundo lugar, se encuentra el tiempo esperado de recuperación de la inversión al cambiar una flota de vehículos de combustión generada por fuentes no renovables, como los hidrocarburos, hacia una flota de vehículos eléctricos.
De acuerdo con Edwin Zorrilla, Sales Manager de productos de electrificación en ABB, existen estudios realizados en otros países, como Chile, que señalan que la recuperación de la inversión podría estar entre 5 y 10 años.
Sin embargo; como comenta Edwin, además de analizar los recorridos y rutas, la evaluación debe incluir las externalidades. Lamentablemente, en Perú, no tenemos impuestos a las emisiones de gases de efecto invernadero, lo cual puede reducir los incentivos de los transportistas para hacer el cambio.
Otro punto importante, señalado por Edwin, es la necesidad de evaluar la eficiencia en toda la cadena energética para tomar la decisión a favor de una tecnología respecto a otra. Actualmente, el precio de la electricidad no es competitivo respecto al precio del gas natural, pero si es competitivo respecto al diésel o la gasolina.
Sin embargo, para completar la ecuación se debe tener en cuenta la eficiencia de cada tecnología. La eficiencia de un vehículo eléctrico es de 80%, mientras que la eficiencia de un vehículo a gas natural es de 20% aproximadamente.
En tercer lugar, los avances tecnológicos en relación con la duración y costo de las baterías, así como los sistemas de carga de vehículos favorecerá el desarrollo y masificación de los vehículos eléctricos.
Instalar los sistemas de carga eléctrica para los vehículos no es un tema complejo y, si bien aún no se tiene la normativa técnica, esto no debe considerarse como un impedimento para que las empresas privadas de transporte migren hacia la electromovilidad, según señala Omar Medina, Gerente General JMV INGENIERIA.
Omar considera importante, también, que se establezcan incentivos económicos para la importación de vehículos verdes a fin de promover su uso, como se ha hecho en otros países.
Por último, José Luis Torres de la Piedra, Sales Manager de BYD, comenta que hoy en día las empresas transportistas están más abiertas a evaluar alternativas de migración hacia los vehículos verdes, lo cual es sin duda una buena señal.
En este sentido, José Luis incide en la importancia de considerar tanto criterios económicos como el valor intangible de utilizar vehículos verdes como, por ejemplo, el fortalecimiento de la imagen y reputación de las empresas, así como la posibilidad de acceder a otros mercados con mayores volúmenes y mejores condiciones comerciales.
Se abre una gran oportunidad de renovar nuestro sistema de transporte, transformar nuestras ciudades y generar una mejor calidad de vida para todos los ciudadanos.
¿Qué nos hace falta? Desde mi perspectiva, necesitamos tener una visión de largo plazo en todos los ámbitos, tanto el gobierno como el sector privado. Es indispensable fijar las normas e incentivos necesarios para desarrollar la electromovilidad y promover el uso de energías limpias, para lograr un sistema de transporte seguro, eficiente y competitivo.
[1] Retail es una palabra de origen inglés que se usa para referir el comercio al detalle, es decir, la venta de productos al consumidor final. En este contexto, Retailer se utiliza para referir a una empresa que se desarrolla en el negocio del retail.
[2] Publicado por Deloitte (2020).
[3] La huella de carbono es un indicador que mide el impacto de la actividad humana sobre el medio ambiente en términos de unidades de carbono equivalentes.
[4] Amazon se ha comprometido con la construcción de un negocio sostenible para sus clientes y el planeta, a través de políticas e iniciativas ambientales, sociales, de gobierno corporativo y la gestión de los riesgos relacionados con sus operaciones, cadena de suministro y compromiso con el cliente, según declara en su página institucional. https://www.aboutamazon.com/sustainability
[5] El objetivo central del Acuerdo de París es reforzar la respuesta mundial a la amenaza del cambio climático manteniendo el aumento de la temperatura mundial en este siglo muy por debajo de los 2 grados centígrados por encima de los niveles preindustriales, y proseguir los esfuerzos para limitar aún más el aumento de la temperatura a 1,5 grados centígrados. El Acuerdo de París quedó abierto a la firma el 22 de abril de 2016 – Día de la Tierra – en la sede de las Naciones Unidas en Nueva York. Entró en vigor el 4 de noviembre de 2016, 30 días después de que se cumpliera el llamado “doble criterio” (ratificación por 55 países que representan al menos el 55 % de las emisiones mundiales).
[6] Rivian es un productor de vehículos eléctricos libres de emisiones con un centro de desarrollo de vehículos en Plymouth, en las afueras de Detroit.
[7] La última milla es el tramo final del proceso de entrega de las mercancías en el destino indicado por el cliente.
[8] Los Objetivos de Desarrollo Sostenible, también conocidos como Objetivos Mundiales, se adoptaron por todos los Estados Miembros en 2015 como un llamado universal para poner fin a la pobreza, proteger el planeta y garantizar que todas las personas gocen de paz y prosperidad para 2030.