Eficiencia e innovación marcan la nueva era de la última milla

octubre 4, 2025

Escrito por: Redacción Logística 360

Empresas peruanas integran innovación y sostenibilidad para optimizar entregas, reducir costos y fidelizar a los consumidores.

La última milla se ha consolidado como un eje central en la logística peruana, donde la rapidez y la seguridad de las entregas se han convertido en elementos estratégicos. El crecimiento del comercio electrónico y de consumidores más exigentes ha impulsado inversiones en tecnología y procesos que garantizan entregas confiables y eficientes, optimizando los costos operativos.

En este contexto, la gestión de la última milla ya no es solo un requisito operativo, sino un diferenciador competitivo y un motor de fidelización. «Hoy la última milla es un factor estratégico, ya que la velocidad y la seguridad en la entrega definen la experiencia del cliente y la competitividad en el mercado», explica Yuvall Maximilian Zavaleta Caballero, jefe de Distribución y Transporte en Cerámica Lima, quien resalta la adopción de ruteo dinámico, trazabilidad en tiempo real y alianzas con operadores especializados «para asegurar entregas rápidas y confiables».

Por su parte, Infri Leon, jefe de Logística de última milla en Oechsle, indica que «todos los comercios comenzaron a competir en mejorar sus plazos de entrega y hoy los retailers como mínimo ofrecen 24 horas en Lima y 48 a 72 horas en provincias». Modalidades como same day y quick deliveries se han consolidado en sectores como farma, alimentos y restaurantes.

Retos operativos y urbanos

Según Zavaleta, los desafíos se concentran en tres ejes: congestión urbana, seguridad y costos operativos. La alta densidad vehicular en ciudades como Lima, sumada a restricciones de acceso, complica el cumplimiento de los tiempos de entrega. Los riesgos de robos y manipulación indebida de productos han impulsado mayores controles y monitoreo satelital.

«A ello se suma el incremento en los costos de transporte —combustibles, peajes y mantenimiento— que presionan la rentabilidad de la operación», señala. En años recientes, la prioridad pasó de asegurar capacidad y cobertura a garantizar rapidez, trazabilidad y seguridad en tiempo real.

«La adopción de TMS, ruteo dinámico, telemetría e inteligencia artificial ha permitido anticipar incidencias y optimizar recursos, pero el reto constante es equilibrar eficiencia con sostenibilidad», apunta.

Leon coincide en que los costos y el volumen marcan la dinámica operativa: «La última milla es un negocio de volumen: cuanto más muevas, más rentable es tu operación». Agrega que ese mismo volumen mejora las frecuencias de salida a provincias y que el tráfico ha impulsado el uso de bicicletas, motocicletas y unidades eléctricas.

Tecnología y eficiencia logística

La innovación tecnológica ha sido un catalizador clave para optimizar la última milla. Herramientas como los sistemas de gestión de transporte (TMS), el ruteo dinámico con inteligencia artificial, la telemetría y el análisis predictivo permiten anticipar incidencias, optimizar rutas y ofrecer trazabilidad en tiempo real, fortaleciendo la eficiencia y la confianza del cliente.

Yuvall Maximilian Zavaleta Caballero, jefe de Distribución y Transporte en Cerámica Lima.

Zavaleta destaca que estas soluciones reducen tiempos muertos y mejoran la predictibilidad: «Soluciones como los TMS, el ruteo dinámico y la telemetría permiten optimizar rutas en tiempo real, reducir tiempos muertos y anticipar incidencias operativas».

A ello se suman medidas como el monitoreo satelital, el control biométrico de conductores y los seguros logísticos integrados. Leon añade que los sistemas WMS, OMS y TMS permiten proyectar la demanda y preparar entregas en temporadas pico, mientras los clientes valoran el tracking en tiempo real.
«De cara al cliente, es indispensable contar con un sistema que capture conformidades y muestre trazabilidad en tiempo real», indica.

Nuevas expectativas del consumidor

Los consumidores peruanos ya no solo priorizan rapidez, sino también trazabilidad y seguridad. Zavaleta sostiene que los clientes valoran primero la confiabilidad: «Desde mi experiencia, los clientes priorizan primero la confiabilidad y seguridad de la entrega: que el producto llegue en buen estado y dentro de la franja horaria comprometida. En segundo lugar, la velocidad es un diferenciador clave».

Leon, en tanto, observa que la evolución del consumidor está ligada al acceso a la información: «Hoy tenemos un cliente muy empoderado que compara precios y plazos dentro de opciones confiables». Además, identifica una creciente preferencia por puntos de retiro, que fortalecen la seguridad y mejoran la experiencia.

Infri Leon, jefe de Logística de última milla en Oechsle.

Estrategias para equilibrar velocidad, costo y experiencia

Para afrontar los desafíos de la última milla, las empresas ajustan sus modelos operativos buscando equilibrio entre rapidez, costo y satisfacción del cliente.

«Lo hacen mediante una mejor planificación de rutas, ajustando horarios de despacho y optimizando la flota propia y tercerizada según la demanda», explica Zavaleta. También se consolida la carga para aumentar la ocupación de camiones y reducir viajes innecesarios, frente a los altos costos de combustibles y peajes.

La seguridad se ha convertido en un pilar esencial. Las compañías invierten en monitoreo, control de choferes y protocolos de entrega, pues «un despacho rápido pero inseguro termina generando más pérdidas que beneficios».

«Las empresas están entendiendo que la última milla no se trata solo de correr más rápido, sino de entregar bien, al menor costo unitario posible, y con visibilidad», resume Zavaleta.

Leon complementa: «Tener el stock más cerca de los clientes —ya sea en dark stores o fulfillment centers— e implementar modalidades de same day o quick deliveries garantiza la velocidad». Además, destaca que en Perú, donde un 40 % de la población no tiene direcciones georreferenciales precisas, es clave capturar coordenadas exactas desde la compra para optimizar rutas.

Seguridad y sostenibilidad: pilares de la operación

La seguridad ha pasado a ser un eje central en la última milla. Tecnologías como la telemetría, el control biométrico y los protocolos estandarizados reducen pérdidas y fortalecen la continuidad operativa. En paralelo, la sostenibilidad emerge como un valor diferenciador mediante el uso de flotas híbridas o a gas natural vehicular (GNV) y la consolidación de cargas, que reducen costos y emisiones.

Zavaleta enfatiza que «la prioridad ya no es solo reducir costos, sino encontrar un equilibrio entre rapidez, confiabilidad y sostenibilidad».

Innovaciones en diseño de operaciones

Las empresas también han innovado en el diseño de operaciones, especialmente en entregas de productos de gran tamaño o Big Ticket.

«Llevarlos al punto de entrega puede ser sencillo, pero ingresarlos y exhibirlos para verificar conformidad al 100 % exige precisión», explica Leon. Este enfoque refuerza la percepción de confiabilidad y la satisfacción del cliente.

Perspectivas y desafíos futuros

El desarrollo de la última milla en Perú seguirá enfrentando desafíos —congestión urbana, costos y seguridad—, pero también abrirá oportunidades estratégicas. La adopción tecnológica y los modelos innovadores serán claves para elevar la eficiencia y la experiencia del cliente.

La última milla ha evolucionado de un proceso operativo a un activo estratégico que combina velocidad, seguridad y sostenibilidad. La tecnología, la planificación y la adaptación al consumidor marcan el ritmo de un sector que continúa transformándose para responder a un entorno urbano y competitivo cada vez más exigente.

Lee el artículo original en la edición 55 de la revista Logística 360, págs. 88-91: https://logistica360.pe/nuestras-ediciones/

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