Canal de Panamá: la vital arteria del comercio mundial que es inéditamente golpeada por la sequía
febrero 16, 2024
Escrito por: Redacción Logística 360
Esta vía es una arteria vital del comercio mundial, pues por aquí pasan cada año 14 mil buques portacontenedores que cruzan del océano Atlántico hacia el océano Pacifico sin tener que rodear América del Sur. Asimismo, hasta el 6% del comercio mundial se mueve por esta ruta marítima.
La sequía que ha puesto contra las cuerdas el tránsito marítimo por el canal de Panamá no parece tener una solución a la vista. La cadena de suministro del comercio mundial está sufriendo las consecuencias de este empecinamiento climático que reduce cada vez más el agua necesaria para el normal funcionamiento del canal.
Esta vía es una arteria vital del comercio mundial, pues por aquí pasan cada año 14 mil buques portacontenedores que cruzan del océano Atlántico hacia el océano Pacifico sin tener que rodear América del Sur. Asimismo, hasta el 6% del comercio mundial se mueve por esta ruta marítima.
Desde hace unos meses, sin embargo, se están produciendo en la entrada del canal una acumulación sin precedentes de barcos que esperan su turno para cruzarlo debido a la sequía que está disminuyendo la cantidad de agua.
La escasez de lluvias y agua
El canal de Panamá mide 80 km de largo y su funcionamiento depende de un sistema de esclusas. El lago artificial Gatún es el centro de este y es el punto débil del canal, pues está perdiendo rápidamente su capacidad por la gran escasez de lluvia.
“Un buque que quiera atravesar del Atlántico al Pacifico tiene que pasar por todo un sistema de esclusas. De ahí navegan por este valle sumergido y convertido en lago hasta llegar a la esclusa de Pedro Miguel. Aquí la elevación de 9 m permite alcanzar la esclusa de Miraflores que con un desnivel de 13 m se pone en contacto con el Pacífico”, explica un reportaje de El Confidencial.
El tiempo promedio para cruzar el canal de un punto a otro es de unas 8 a 10 horas. En total, un buque portacontenedores tarda 28 días en cruzar la distancia entre Shanghái y Nueva York. Pero esto, hoy en día, está quedando en el pasado.
Las restricciones y consecuencias
En los últimos años, el nivel de agua ha bajado más de dos metros por la escasez de lluvias, pasando de una media de 26 m a 21 m, lo que representa el 20% de la profundidad del lago. La sequía del 2023 no ha tenido precedente, de hecho, es el peor dato en los últimos 50 años. Incluso, la temporada que va de mayo a diciembre, que tradicionalmente es la más húmeda del país, este año ha sido muy seca.
Esta reducción sostenida de las precipitaciones es provocada por el cambio climático y se proyecta que el fenómeno El Niño, otro factor determinante, seguirá afectando el canal con una estación particularmente seca.
En vista de esta escasez de agua, la autoridad que gestiona el canal ha tenido que adoptar medidas bastante drásticas para poder garantizar la operatividad del canal. Si antes, cada día unos 38 buques portacontenedores solían atravesar el canal, en enero de 2024 apenas se admitieron 24.
“Y para gastar menos agua, se ha impuesto una reducción de un 40% de la carga de los buques para que sean más ligeros y flotables. A esto se ha añadido una restricción posterior al tamaño de los buques admitidos en el canal, reduciendo el calado de los buques panamax y neopanamax a 11 y 13 respectivamente”, detalla el reportaje.
Estas medidas extremas han causado estos atascos en las esclusas de entrada al canal. Y aunque la autoridad del canal de Panamá ha dicho que la cola ya habría bajado a unos 44 buques, aun así, los tiempos de espera pueden llegar hasta los 10 días, un sobrecosto para las navieras que puede alcanzar el 5%.
En medio de esta limitación, muchas navieras han optado por reprogramar sus rutas a través del estrecho de Magallanes, ampliando el tiempo de viaje.
Todo ello puede tener enormes consecuencias en el comercio mundial provocando un aumento de los precios y retrasos imprevisibles en la cadena de suministro a nivel global. De momento, no hay una alternativa real al canal de Panamá.
Y pese a las restricciones, esta infraestructura seguirá en el centro del transporte marítimo mundial.