Por: Dr. Gastón Cedillo. Especialista en dinámica de sistemas logísticos.

Las perturbaciones cada vez más frecuentes causadas por acontecimientos como desastres naturales, guerras convencionales o comerciales, piratería y pandemias, entre otros, están ahora en la mente de quienes toman decisiones en todos los niveles.

Por estos motivos, garantizar la precisión y fiabilidad de la logística, es decir los tiempos de viaje esperados, la reducción de la huella de carbono y los ahorros de costos proporcionados por una infraestructura de transporte bien diseñada, construida y operada son fundamentales hoy en día. La pregunta es: ¿Cómo se puede evaluar el valor logístico de una infraestructura de transporte operativa al considerar nuevas inversiones? Nuestra investigación reciente proporcionó conocimientos interesantes y soluciones llave en mano.

Nearshoring e infraestructura de transporte: se necesita un enfoque de «torre de control»

La regionalización de las cadenas de suministro, también conocida como «nearshoring» o «allyshoring», se considera una nueva etapa de la globalización. En este contexto, el G-7, compuesto por líderes de las mayores economías desarrolladas del mundo (Francia, Alemania, Italia, Japón, Estados Unidos, Reino Unido y Canadá), se ha comprometido a invertir 600 mil millones de dólares en infraestructura para los países en desarrollo.

Los Estados Unidos proporcionará 200 mil millones de dólares para contrarrestar el plan de infraestructura global de China. En este contexto, durante una reunión en la Casa Blanca en julio de 2022 entre EE.UU., el presidente Joe Biden y su homólogo mexicano, el presidente Andrés Manuel López Obrador, los líderes discutieron formas de ampliar la migración legal, mejorar la seguridad y fortalecer su frontera compartida.

Durante la reunión, México acordó invertir 1.500 millones de dólares en infraestructura fronteriza para reforzar la fluidez de las cadenas de suministro de América del Norte.

El papel clave del transporte

Se reconoce claramente la infraestructura necesaria para aumentar el valor logístico y la fluidez de las cadenas de suministro. De hecho, a menudo se menciona que la infraestructura de transporte inadecuada es el desafío más importante para las empresas ubicadas en países emergentes, ya que les impide participar con éxito en las cadenas de suministro globales.

Muchos indicadores comparativos que miden la competitividad de un país consideran la infraestructura de transporte un elemento clave; no obstante, la mayoría de los gobiernos parecen centrarse más en la densidad de la infraestructura que en los beneficios reales que la infraestructura de transporte puede aportar al funcionamiento de la cadena de suministro.

Dado que los sistemas industriales modernos han desarrollado sistemas de suministro avanzados que van desde entregas justo a tiempo (JIT) hasta entregas en secuencia justa, el aumento en la variedad de productos y las múltiples interfaces necesarias para entregar productos los han expuesto a interrupciones.

Por lo tanto, la resiliencia de la cadena de suministro es hoy un elemento crítico de la competitividad industrial. Mejores cadenas de suministro permiten prácticas de bajo inventario que ahorran a las empresas y a los clientes recursos valiosos. En este sentido, los resultados de nuestra investigación más reciente demostraron que cuando se buscan sistemas de producción «regionalizados», contar con información relacionada con el valor logístico (confiabilidad de los tiempos y costos de viaje) proporcionada por la infraestructura de transporte permite a las empresas mejorar el desempeño y la resiliencia de las cadenas de suministro. Sin embargo, se necesita una perspectiva de «torre de control» para lograr fluidez de carga a lo largo de los corredores de transporte. En este sentido, propusimos un nuevo panel de logística que permita a los usuarios analizar, comprender y remediar infraestructuras de transporte excesivamente congestionadas.

Infraestructura de transporte: un facilitador de la resiliencia de la cadena de suministro

Desde un enfoque de infraestructura de transporte, encontramos que ni los sectores público ni privado consideran que la colaboración en las cadenas de suministro entre los sistemas industrial y territorial sea un factor importante a la hora de generar sostenibilidad, competitividad económica y resiliencia, pero las dos perspectivas chocan.

Desde la perspectiva del sector privado, la necesidad de ser competitivo gestionando una amplia gama de productos para los que se deben reducir tiempos y costes de entrega, lleva a las empresas a centrarse en comprender y simplificar esta complejidad concentrando sus esfuerzos en un número reducido de miembros de su grupo. propias cadenas de suministro.

Desde la perspectiva del sector público, las restricciones jurisdiccionales de las fronteras estatales y nacionales hacen que los ingenieros y planificadores de diversas agencias se centren en el estado promedio de la infraestructura de transporte, dejando de lado el punto de vista de entrega «puerta a puerta», básico para el paradigma de la cadena de suministro. .

Además, dado que cada cadena de suministro se organiza en torno a las necesidades del cliente final de un producto específico, el valor logístico, es decir La confiabilidad de los tiempos de viaje, los costos, la huella de carbono, la resiliencia, etc., necesarios para una cadena de suministro individual en una infraestructura de transporte específica, es diferente. Por lo tanto, también es necesario un análisis cadena de suministro por cadena de suministro.

En mi opinión personal, la fortaleza y confiabilidad del valor logístico más bajo proporcionado por una infraestructura de transporte específica es la que determina los límites del valor logístico de todo el grupo de infraestructuras de transporte puerta a puerta para una cadena de suministro particular.

Valor logístico de la infraestructura de transporte

En el actual contexto de regionalización, es importante promover una visión integrada del valor logístico. Por ejemplo, diferentes entidades públicas y privadas operan a lo largo de los corredores de transporte de carga del T-MEC1 para mejorar la fluidez de las cadenas de suministro; pero en la práctica hay falta de coordinación. A modo de ejemplo, uno de los factores críticos de éxito para la región del T-MEC sería aumentar el rendimiento transfronterizo,

entendido como la confiabilidad del tiempo, volumen, huella de carbono y costos por los cuales los productos transitan por los procesos de fabricación, transporte y aduanas, en la frontera. En concreto, desde nuestra perspectiva, se necesitan al menos dos acciones.

En primer lugar, tanto los tomadores de decisiones del sector privado como las autoridades públicas requieren un enfoque de medición estandarizado para medir de manera efectiva y conjunta el valor logístico proporcionado por las infraestructuras de transporte a lo largo de un corredor de transporte de carga específico para coordinar las acciones público-privadas. Para ello es necesario un panel informático.

Un hub de datos que monitorice el valor logístico aportado por las diferentes infraestructuras se convierte en estratégico a la hora de considerar inversiones así como la operación de infraestructuras de transporte y logística.

Para aquellos tomadores de decisiones en el sector privado, podría proporcionar información beneficiosa sobre la contribución realista de las infraestructuras al valor logístico de sus cadenas de suministro cuando deciden utilizar una infraestructura de transporte en lugar de otra.

Para los tomadores de decisiones en el sector público, un centro de datos podría brindar información precisa sobre dónde se necesita mejorar la red de transporte (dónde se necesitan reparaciones, cómo y dónde aumentar la capacidad y otras facetas de la infraestructura) para mantener la confiabilidad en los viajes. tiempos, costes, huella de carbono y riesgos de perturbación, etc., garantías de su realización a los usuarios y el mejor uso de los recursos públicos.

En segundo lugar, dado que numerosas entidades públicas y privadas operan a lo largo de los mismos corredores de transporte, un único contacto (un administrador del corredor de transporte de carga) serviría como una «torre de control» para cada corredor clave del T-MEC. Este puesto es crucial ya que serviría como persona de contacto designada para resolver problemas de coordinación.

Dado que la confiabilidad, la flexibilidad, la reducción de la huella de carbono y la reducción de costos son requisitos para los sistemas logísticos modernos, la deslocalización cercana es una excelente opción para la región del T-MEC cuando se busca aumentar la resiliencia de la cadena de suministro. Esto podría resultar no sólo en un sistema de transporte y logística de clase mundial para las tres naciones, sino que podría generar un nuevo orgullo regional basado en productos «Made in North America».