La Inteligencia Artificial, el ‘Big Data’ y el IoT dan forma a la nueva logística
febrero 16, 2021
Escrito por: Jorge Choque
El Covid-19 ha permitido a los operadores logísticos explorar nuevas tecnologías, con las que han podido superar las barreras surgidas y adaptarse a posibles disrupciones en la cadena de suministro. Durante los últimos años, la industria logística ha experimentado más cambios que los registrados durante todo el siglo anterior. La explicación se encuentra en la
El Covid-19 ha permitido a los operadores logísticos explorar nuevas tecnologías, con las que han podido superar las barreras surgidas y adaptarse a posibles disrupciones en la cadena de suministro.
Durante los últimos años, la industria logística ha experimentado más cambios que los registrados durante todo el siglo anterior. La explicación se encuentra en la globalización, el fuerte crecimiento del e-commerce, la irrupción constante de nuevas tecnologías y, más recientemente, en la pandemia del Covid-19, que ha acelerado la digitalización de las empresas.
La logística ha entrado en una década de transformación, impulsada por los nuevos avances en el análisis de datos, la robótica, la Inteligencia Artificial, la computación cuántica o el Internet de las Cosas. Para adaptarse a todos los cambios que se esperan, los profesionales deben identificar y abrazar las nuevas tendencias.
Por eso, DHL publica cada año un informe con las principales tendencias logísticas, que sirve como guía para la comunidad logística global. En el campo de la innovación, los avances se dividen principalmente en cuatro áreas: ‘Big Data’, Inteligencia Artificial, robótica y automatización, e Internet de las Cosas.
Los operadores logísticos trabajan con millones de piezas de información sobre los pedidos, movimientos de los envíos, localización de los mismos y condiciones de los activos. En este sentido, es importante hacer un buen uso de los datos obtenidos para poder optimizar la planificación y predecir escenarios futuros.
En lo que se refiere a la Inteligencia Artificial, permite resolver los mayores desafíos del sector a nivel operativo, como la optimización de las rutas, la previsión de la demanda o la automatización. También juega un papel fundamental en la automatización de los procesos robóticos, incluso los más complejos.
En esta línea, la robótica avanzada y las tecnologías de automatización están ganando peso en la logística gracias a su capacidad para reducir los costes y mejorar la capacidad de los operadores. Entre las innovaciones clave relacionadas con esta tendencia, se encuentran las tecnologías de conducción autónoma y los nuevos sistemas de manipulación y recogida de artículos en el almacén, mucho más flexibles.
Los robots pueden integrarse fácilmente en estas instalaciones y cuentan con potentes sensores con los que pueden adaptarse rápidamente a un entorno cambiante, trabajando de forma segura junto al personal.
Por último, el Internet de las Cosas está teniendo un impacto cada vez mayor en el mundo, ayudando a cerrar cualquier brecha en la conectividad. El desarrollo de esta tecnología y de la nueva generación de tecnologías ‘wireless’ contribuirá a una visibilidad total de la cadena de suministro.
Por encima de todo esto, destaca el blockchain, el protocolo que se encuentra detrás de las criptomonedas y que tiene el potencial de cambiar las reglas de juego en la cadena de suministro, al aportar más rapidez, transparencia y seguridad a las transacciones.
Aún hay algunas dificultades culturales y técnicas que superar para su completo desarrollo en el sector logístico, igual que ocurre con el uso de drones o los vehículos autónomos, si bien en este caso algunos de los problemas tienen más que ver con la falta de un marco regulatorio adecuado.
Medidas anti-Covid
Atendiendo a desarrollos concretos, el Covid-19 ha permitido a los operadores logísticos explorar numerosas tecnologías y poner en marcha innovaciones que les ayudaran a superar las barreras existentes y mantener la cadena funcionando en todo momento.
Entre ellas, se encuentran los ‘wearables’. Dado que las restricciones a la movilidad y las nuevas medidas de seguridad han limitado el acceso a los centros logísticos o de fabricación, las compañías han recurrido a soluciones como las gafas inteligentes o la realidad aumentada, que permiten a un experto prestar apoyo desde cualquier localización remota al personal local en la resolución de problemas, el mantenimiento y la reparación de equipos.
Al mismo tiempo, las soluciones de monitorización emiten una alerta si los trabajadores pasan demasiado tiempo muy cerca de algún compañero. Esto también resulta muy útil para poder rastrear los contactos de un posible contagiado de Covid-19.
Por el mismo motivo, se están diseñando robots que pueden llegar a automatizar tareas que normalmente exigen mucha cercanía entre los trabajadores, como la descarga de camiones.
Dado que en los últimos meses ha habido dificultades para la fabricación de equipos de protección o respiradores, también se ha potenciado en determinados centros de trabajo el uso de impresoras 3D.
Por su parte, en las entregas los operadores han apostado por sistemas ‘contactless’ , para evitar el contacto físico entre el repartidor y el cliente. Esto incluye el uso de robots autónomos, consignas y aplicaciones para la firma digital.
Si bien ha sido el Covid-19 el que ha forzado en muchos casos esta gran apuesta por la digitalización, la mayoría de operadores se han dado cuenta de que los clientes aprecian los elevados niveles de servicio que ofrecen en la actualidad y la mejora que se ha producido en las comunicaciones.
Resiliencia, sostenibilidad y tecnología
La crisis sanitaria ocupa ahora toda la atención de los operadores logísticos en lo que se refiere a la organización de la cadena de suministro, pero existen tendencias que desde hace años siguen configurando lo que será el sector en los próximos años, como son la resiliencia, la sostenibilidad y la madurez tecnológica.
La eficiencia ha sido durante mucho tiempo la prioridad de las empresas, que han dedicado todos sus esfuerzos a minimizar sus costes. La mayoría habían tenido éxito en esta materia, pero la guerra comercial entre China y Estados Unidos primero, y la pandemia mundial después, han sacado a la luz todas sus debilidades.
Reconfigurar una cadena de suministro puede ser harto complicado cuando falla cualquier mínima parte del sistema o cuando alguna de las materias primas necesarias dependen de un único proveedor de una sola región.
Normalmente, cuando ocurre un problema, se crea un equipo de trabajo temporal para resolverlo lo antes posible. Es algo que funciona, pero se puede perder mucho tiempo en la búsqueda de las personas adecuadas, los recursos y la información para proporcionar una respuesta eficaz.
Con el Covid-19, muchas grandes empresas han optado por construir sistemas de gestión de riesgos proactivos con un enfoque en las herramientas digitales y las estrategias previamente ensayadas.
En este sentido, se espera un significativo crecimiento en la adopción de herramientas para automatizar la recogida y análisis de datos, lo que permitirá mejorar la visibilidad de la cadena y anticiparse a situaciones de cambio .
En lo que se refiere a la sostenibilidad, es evidente que con las medidas de confinamiento aplicadas en un gran número de países, se ha reducido sustancialmente la contaminación y han caído en picado los niveles de tráfico. En consecuencia, ha mejorado muchísimo la calidad del aire en las ciudades.
El impacto del confinamiento no durará mucho, pero la sostenibilidad sí seguirá en la agenda de los profesionales de la cadena de suministro.
De igual modo, la robótica y la automatización, el ‘Big Data’, el aprendizaje automático, la sensorización, el IoT y los dispositivos ‘wireless’ seguirán jugando un papel crucial en el sector logístico. La transformación ya estaba en marcha antes de la crisis, pero ahora las empresas sí tienen prisa por empezar a implementar cambios para protegerse ante posibles disrupciones y seguir siendo competitivas.
Los niveles de transparencia y flexibilidad que exigen las cadenas de suministro del futuro no podrían alcanzarse sin una mayor digitalización de los procesos. En compensación por este esfuerzo, los clientes apreciarán rápidamente las ventajas de una entrega más rápida, unos elevados niveles de servicio y una mayor comunicación.
El objetivo definitivo para la mayoría de las organizaciones será conseguir una cadena automatizada y ágil, capaz de detectar, adaptarse y aprender de los cambios en las condiciones de demanda.
Fuente: Cadena de Suministro